- Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo.
- ¿De qué sirve un escritor, si no puede destruir la literatura?
- Si te caes te levanto y si no, me acuesto contigo.
- Mi diagnóstico es sencillo: sé que no tengo remedio.
- Siempre fuiste mi espejo; quiero decir que, para verme tenía que mirarte.
- Se creen sabios porque han juntado un montón de libros y se los han comido.
- Leemos por placer, y ya se sabe que el placer no tiene buena memoria y casi enseguida busca renovarse en una nueva experiencia placentera igualmente fugitiva.
Tags:Cortázar