Manuel Bartlett es un político de la vieja escuela, un funcionario que por su vasta experiencia debe saber que a un gobernador no se señala ni se le cuestiona de manera indirecta (redes sociales); debe conocer que las críticas u observaciones deben hacerse de frente.
Es una verdadera lástima que un político del tamaño de Manuel Bartlett hoy figure por chismes o comentarios sin fundamento.
Me refiero al infortunado señalamiento que hizo el director general de la Comisión Federal de Electricidad al gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, con relación a tratar de responsabilizar al mandatario de los múltiples accidentes que se registran en las minas de la región Carbonífera de la entidad.
Los 60 años que tiene en el servicio público, donde ha ocupado importantes y diferentes cargos, así como los dos años y medio al frente de la CFE, deben haberle enseñado que, así como otras industrias, la minería es sólo competencia del gobierno federal, por cierto, al que pertenece.
El ex priista, ex secretario de gobernación, ex senador en dos ocasiones, ex secretario de Educación, etcétera, hizo la aseveración en Twitter con el firme propósito de desprestigiar al mandatario coahuilteca.
Yo opino que no esperaba (el de la CFE) la respuesta que dio Riquelme por la misma vía; cabe señalar, el ejecutivo estatal nunca había utilizado sus redes sociales para estas situaciones.
El gobernador primero, respetuoso de las instituciones, dejó en claro que Coahuila es así, institucional, y siempre trabajará coordinado con el gobierno de México.
Después aclaró al también ex gobernador del estado de Puebla, que no tiene ningún interés por el carbón; a manera de mofa dijo Riquelme Solís: “el único carbón que me interesa, es el que uso los sábados para la carnita asada”.
El llamado “dinosaurio de la política”, que inició su carrera política en el PRI, y después representó a otras siglas partidistas, estuvo relacionado con el fraude electoral en el año 1988; de la misma forma se escuchó mucho su nombre en el asesinato en México del agente de la DEA, Enrique “Kike” Camarena, en el final de la década de los 80’s.
Gracias por leerme.
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