Finalmente llegamos a la fecha tan añorada por algunas, pero también un día de señalamientos, juicios y burlas fuera de lugar.
El 8M es un acto necesario para las mujeres que buscan justicia, para las madres buscadoras, y para todas aquellas que no encuentran valentía de poner un freno a situaciones de violencia.
Es difícil entender el dolor ajeno cuando se vive desde el privilegio de no haber sido violada, torturada ni asesinada, cuando logramos desarrollarnos en lugares seguros y los hombres cercanos a nosotras juegan roles amorosos y de protección.
Pero esa es una diminuta fracción casi inexistente: la realidad es que en México toca crecer como mujer luchando contra el machismo, la violencia sexual y hasta la amplia brecha salarial.
10 mil mujeres marcharon en Saltillo, las mismas que ya no van a permitir ningún tipo de violencia porque saben que no están solas, que hay mujeres poderosas por todos lados que están empujando para abrir espacios y que todas las voces sean escuchadas.
Este 2024 la misión está hecha.