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Abd al-Hadi al-Iraqi grave en la base militar de Guantánamo

Los abogados de al-Hadi, que tiene unos 60 años, han alegado que la pequeña sala de cirugía de la base es inapropiada debido a que no está debidamente equipada para una cirugía tan delicada y han propuesto que sea evacuado

Guantánamo, territorio de EUA en Cuba. – (Agencias) La prisión de la base militar de Guantánamo se ha vuelto noticia tras el envió de un equipo de cirugía por parte de las autoridades militares de Estados Unidos, para posiblemente realizar una operación a Abd al-Hadi al-Iraqi , un prisionero iraquí, al que han intervenido en varias ocasiones en la base militar.

Al-Hadi es un prisionero confeso de comandar un grupo de insurgentes en Afganistán en ataques a las fuerzas de Estados Unidos. Fue capturado en Turquía en 2006 y retenido por la Agencia Central de Inteligencia como un “detenido de alto valor”, luego fue transferido a la custodia militar estadounidense en la bahía de Guantánamo el 26 de abril de 2007.

Abd al-Hadi al-Iraqi

Los abogados de al-Hadi, que tiene unos 60 años, han alegado que la pequeña sala de cirugía de la base es inapropiada debido a que no está debidamente equipada para una cirugía tan delicada y han propuesto que sea evacuado a un hospital adecuado. Además, han acusado de que su cliente ha sufrido un deterioro repentino de la columna vertebral, y que el neurocirujano que ha atendido el caso no puede realizar esta cirugía porque tiene Covid-19. El Pentágono se ha negado a una solicitud de un comentario sobre la denuncia.

“Realizar una cirugía sin pruebas de diagnóstico e imágenes adecuadas es, en pocas palabras, mala práctica”, dijeron los abogados en un escrito de dos páginas presentado ante el juez militar del caso de  al-Hadi el 10 de noviembre.

Por ley, los 35 hombres detenidos allí tienen prohibido ingresar a Estados Unidos.

Al-Hadi se declaró culpable de cometer crímenes de guerra en Afganistán en 2003 y 2004 como comandante de primera línea de los insurgentes talibanes y de Al Qaeda en un acuerdo que pospuso su sentencia hasta 2024, dando tiempo para que sus abogados y otros funcionarios estadounidenses encuentren un país para ofrecer su reubicación y brindarle atención médica.