La Prensa
Mujeres embarazadas que denuncian violencia durante el parto es una realidad aún en la actualidad, reveló el director del Hospital Amparo Pape de Benavides, Ángel García Rodríguez quien señaló que para erradicarla pondrán en marcha un programa específico con la contratación de médicos, enfermeras y parteras para el cometido.
Señaló que aunque mínimos, la violencia obstétrica ejercida hacia mujeres en labor de parto o puerperio, ha sido uno de los indicadores del hospital, en el que se menciona este tipo de maltrato, más bien psicológico que físico, aunque en también pueden caber ambas.
“En estos momentos la violencia obstétrica está totalmente vetada, no es para nada admisible que una mujer acuda con nosotros y que aparte sea violentada en el interrogatorio y en el manejo obstétrico”, expresó.
Ante esto, detalló que se pondrá en marcha el programa amigable en la unidad de Gineco-Obstetricia en la que se contrataran tres médicos generales, médicos especialistas, enfermeras especialistas y generales así como dos parteras empíricas.
Esta plantilla deberá contar con cedula profesional y título, a excepción de la partera quien tiene que tener un diplomado y certificación que expide la Secretaría de Salud.
VIOLENCIA OBSTÉTRICA
De acuerdo con la Secretaría de Salud, la violencia obstétrica se genera con el maltrato que sufre la mujer embarazada al ser juzgada, atemorizada, humillada o lastimada física y psicológicamente.
Se presenta en los lugares que prestan servicios médicos y se da en todas las esferas de la sociedad.
Asimismo, enumera como algunos actos constitutivos de violencia obstétrica el practicar el parto por cesárea, existiendo las condiciones para realizar un parto natural, sin el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.
Así también es causa de violencia obstétrica el obligar a parir acostada y/o inmovilizada; negar u obstaculizar la posibilidad de cargar y amamantar al bebé o la bebé inmediatamente al nacer; y no atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas.
