La Secretaría de Turismo de Coahuila y el Ayuntamiento de Viesca desarrollaron la Procesión del Silencio en su octava edición, evento al que se dieron cita personas de Coahuila, Nuevo León y Durango.
Congregó a visitantes de Torreón, Saltillo, Parras, de estados como Durango, Nuevo León, Tamaulipas y de Estados Unidos.
La titular de Cultura, Ana Sofía García Camil, explicó que hubo personas que acudieron por primera vez para vivir esta experiencia, que es única y se ha vuelto ya una tradición en esta temporada.
“Se contó con la participación de 200 cofrades en una de las representaciones más completas que existen sobre el luto por la muerte de Jesucristo en todo el país, y es un camino de fe y devoción para recorrer las estaciones dolorosas para acompañar a María en su regreso del calvario”, detalló.
En esta ocasión sumó a Las Cardencheras de Durango en el trayecto, al igual que participó una banda juvenil local y al final contó con el Mariachi Ángeles de Monterrey, que se especializa en cantos religiosos, ambos dieron un toque especial a este programa, que se encuentra entre los preferidos del público durante Semana Santa.
En esta ocasión, la nueva feria ofreció el estacionamiento para que las y los foráneos no batallaran en encontrar un lugar para ubicarse y posteriormente empezar a dar esta tradicional caminata, que en 2023 se extendió tres calles más.
El sacerdote David Batarse Rivera, párroco de Santiago Apóstol, de Viesca, comentó que la Semana Santa es la más importante en la vida religiosa: “Jesús dio la vida por nosotros y estamos tratando de acompañarlo en su muerte”.
“Tras el Viacrucis, se acompaña a María en su dolor en esta Procesión del Silencio, que tiene un sentido profundo de recogimiento interno. El silencio es muy importante y aquí se acompaña a María”, explicó.
Las cofradías significan “juntos como hermanos”, dijo, y externamente puede verse el color rojo, aunque internamente simboliza la sangre de Cristo; la de blanco significaría la pureza de María, y las de negro simbolizan el luto.
Fue un recorrido que inició y culminó en la Parroquia de Santiago Apóstol, en donde se rezaron los Misterios Dolorosos y en que participaron Las Cardencheras de Durango de principio a fin.
Al terminar, todas las cofradías pasaron al templo, hicieron reverencia a Jesús, que dio la vida por la humanidad; dieron el pésame a María y se despidieron; de ahí le siguió toda la población para hacer lo propio.
