Norely Aguero
Recientemente se dió a conocer que la compañía biofarmacéutica reconociera ante la justicia de Gran Bretaña, que la vacuna Anti COVID que desarrolló junto a la Universidad de Oxford en Reinado Unido, puede provocar trombosis en personas que recibieron la vacuna AstraZeneca.
Información difundida por el medio The Telegraph, el laboratorio AstraZeneca admitió las posibles consecuencias de las dosis aplicadas nombrando como «efecto secundario raro».
Dado que entre varias investigaciones anteriores se encuentra el caso de Jamie Scott en 2021, quien padeció una lesión cerebral irreversible, consecuencia de una coagulación en la sangre, así como una hemorragia en la cabeza.
La familia afirma que la lesión ocurrió luego de haberse aplicado la vacuna AstraZeneca, por lo que la familia de Scott demandó a la compañía no sólo por los daños causados a la salud, pues también demandan por los daños morales que atravesaron, pues tuvieron que recibir la noticia por parte del hospital que les notificará que Jamie Scott moriría, afectando a sus hijos y esposa.
Hasta el momento se contemplan 51 demandas justificadas en el Tribunal Supremo de Britania de familiares que han sido afectados y que denuncian daños morales, exigiendo una indemnización que se aproxima a los 100 millones de libras esterlinas.
Los tribunales exigen a la compañía AstraZeneca que haga públicos los casos relacionados a la trombosis en personas que presentaron «efecto secundario raro» después de la inoculación.
A pesar de que las familias han sido reconocidas como afectadas por daños colaterales en relación a la aplicación de la vacuna por parte del estado federativo, las investigaciones continuaran e incluso podrían tardar años en resolver los casos pendientes; aunque AstraZeneca no admitió responsabilidad del efecto por las inoculaciones de manera publica, pero en un documento legal a causa de la investigación del caso de Jamie Scott, el laboratorio admite como tal la patología en casos muy raros, quedando abierta la investigación para responsabilizar al fabricante de la vacuna.
