Taranto, Italia. – (Agencias) La fotografía de un adolescente de Togo sosteniendo a un bebe sobre los restos de un naufragio en el Mar Mediterráneo la semana pasada donde murieron al menos 30 migrantes africanos, ha recaudado elogios en todo el mundo, sin embargo, es una muestra más de las mortales migraciones irregulares sobre botes de goma en la ruta de África hacía Europa, una de las más peligrosas en su recorrido.
De acuerdo con imágenes publicadas por el grupo de medios franceses Brut, el joven togonés, de 17 años, cuya identidad no ha sido revelada, nadó nueve días para salvar al niño, a quien sostenía sobre su brazo en los restos del naufragio junto a la madre, que también se aferraba cuando llegaron a rescatarlos.
“Soy un buen nadador y fui a ayudar a la gente”, dijo el adolescente, según Médicos Sin Fronteras (MSF), cuyo barco de rescate Geo Barents llegó al lugar del naufragio. Un reportero gráfico francés que se encontraba a bordo, Michael Bunel, dijo que cuando llegaron pudieron escuchar los gritos de “¡Hay un bebé! ¡Hay un Bebé!”.
El equipo de rescate le lanzó un dispositivo de flotación para sacarlo a él y a la madre. El equipo procedió a dar atención médica de urgencia al bebé que no respiraba. La bebé fue salvada y junto a su madre fueron trasladados a Malta de acuerdo con MSF.
El bote de goma fue detectado después de nueve días en el mar, según informó Safa Mselhi, portavoz de la Organización Internacional para Migrantes de la ONU. Una mujer embarazada no pudo ser reanimada, murió en el buque de rescate.
El Geo Barents rescató a 71 personas que viajaban en el bote de goma, algunos con quemaduras por la gasolina revuelta con el agua, lo que supone que hubo un incendio. Los sobrevivientes tuvieron que esperar toda vía casi cinco días para poder llegar a tierra y solo pudieron desembarcar en la ciudad portuaria de Taranto, en Italia, el sábado pasado. Durante todo ese tiempo, el barco transportó el cadáver de la mujer embarazada.
Juan Matías Gil, representante de búsqueda y rescate de MSF, dijo: “Este evento traumático es una consecuencia mortal de la creciente inacción y desconexión de los estados fronterizos europeos y otros, incluidos Italia y Malta, en el mar Mediterráneo”.
“Las tragedias en el mar continúan costando miles de vidas, y estas personas se están perdiendo a las puertas de Europa, con el silencio absoluto y la indiferencia de los estados de la UE”.
La crítica situación de los migrantes que intentan cruzar el Mediterráneo ha sido denunciada por organizaciones civiles de rescate marítimo, quienes acusan a la Unión Europea de no querer salvar a los refugiados que, de manera irregular, intentan llegar a las costas europeas desde sus devastados países.
al solicitar a los llamados guardacostas de Libia para que intercepten a toda embarcación que intente cruzar el Mediterráneo, a pesar de los múltiples testimonios y pruebas de abuso en los centros de detención dirigidos por las milicias de Libia. De acuerdo con MSF, al menos 8,500 personas murieron o desaparecieron, y 95,000 fueron devueltas a Libia, al intentar cruzar el Mediterráneo entre 2017 y 2021.
De acuerdo con la organización Human Rights Watch, ha denunciado permanentemente que los recursos de apoyos a Libia por la Unión Europea han contribuido a un “ciclo de abuso extremo”, que incluyen detenciones arbitrarias, tortura, violencia sexual, extorción y trabajo forzoso.
Muchos de los arrestados escaparon de guerras o dictaduras en África y ya han pasado años de detención. Fueron interceptados en el mar cuando intentaban llegar a Europa por la guardia costera libia apoyada por la UE.
