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¡Alerta! Enjambre de variantes Covid amenaza ola invernal

Son inquietantemente similares, pero de diferentes sabores, adornados con una combinación similar de mutaciones

Washington, D.C. – (Agencias) La pandemia de coronavirus trajo muerte y desolación al planeta durante dos años, pero también surgieron, una por una, variantes que han barrido al mundo. Para otoño e invierno, los científicos esperan algo diferente: en lugar de una sola variante al acecho en el horizonte, se observa nerviosamente un enjambre de variantes del virus y una nueva fase de evolución de la enfermedad.

De acuerdo con el diario norteamericano The Washington Post, esta vez no seremos bombardeados por una colección de variantes del alfabeto griego. En cambio, uno o más de las múltiples variantes de la esquiva Ómicron que siguen apareciendo podría impulsar una nueva pola de contagios.

Son inquietantemente similares, pero de diferentes sabores, adornados con una combinación similar de mutaciones. Cada una de las variantes que van apareciendo parece superar a la última en su capacidad para esquivar las defensas inmunes de las vacunas. Jonathan Abraham, profesor asistente de microbiología de la Facultad de Medicina de Harvard, dijo que «es esta constante carrera armamentista evolutiva que estamos teniendo con este virus».

Es tan rápida la evolución, que los científicos tiene que usar Twitter para estar al día. Tan solo hace 30 días, los científicos estaban preocupados por la variante BA.2.75, una variante que apareció en el sur de Asia y generó una gran ramificación de sublinajes preocupantes. Mientras que, en Estados Unidos, las variantes BA.4.6 y la BF.7 han ido ganando fuerza lentamente. Sin embargo, hace unas semanas la subvariantes BQ.1.1 ha atraído la atención de los científicos y parece que será la próxima dominante en Europa y América del Norte. Pero al mismo tiempo, un nuevo sublinaje llamado XBB se cierne en paralelo y amenaza con complicar aún más el pronóstico.

XBB

Sin embargo, para los expertos centrarse en una sola variante sería perder el punto de observación. Lo que importa, según los expertos, es que todas estan nuevas variantes estan acumulando mutaciones en puntos similares en lo que se llama el dominio de unión al receptor, un punto clave en la proteína espiga donde se acoplan los anticuerpos que bloquean al virus. Si esos bloqueadores no pueden acoplarse a la proteína no podrán inmunizar a la persona. Cada mutación del virus, le da defensas para eludir esta línea primaria de defensa inmune.

La mayoría de los virólogos objetan cuando se les pregunta sobre tal o cual variante, o variantes, infectaran a las personas este invierno, sin embargo, esto no significa que el virus se haya detenido. Aunque gran parte de la población mundial ha ganado inmunidad debido a las vacunas y los contagiados por ómicron, que nos dio una relativa vuelta a la normalidad y ciertas libertades, la protección es temporal por dos razones claves: la inmunidad disminuye y el virus está mutando.

Además, es probable que los anticuerpos monoclonales, medicamentos dirigidos que pueden usarse para tratamiento de la enfermedad o para las personas inmunocomprometidas que no responden adecuadamente a las vacunas, sean eliminados por las nuevas variantes. «Es importante que la gente entienda que el hecho de que no haya un nombre de letra griega que haya salido no significa que el virus haya dejado de evolucionar», dijo Jesse Bloom, experto en evolución viral del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, quien describió la tasa evolutiva del SARS-CoV-2 como «sorprendentemente rápida».

Por esto, muchos científicos están cambiando, en lugar de preocuparse que variante dominará o incluso centrarse en mutaciones particulares, están observando puntos “calientes” del virus: sitios específicos conocidos por números, como una dirección, donde cualquier cambio del código del virus podría significar el deslizamiento entre los anticuerpos neutralizantes que son la primera línea de defensa.

La proteína de pico (o espiga) del coronavirus se compone de aproximadamente 1,300 bloques de construcción llamados aminoácidos, y las mutaciones que cambian incluso un solo bloque de construcción pueden dificultar que los anticuerpos bloqueen el virus. En lugar de un alfabeto griego, los científicos mantienen listas cortas de lugares preocupantes para la mutación: 346, 444, 445, 452, 460, 486, 490.

Observar tantas descendencias del coronavirus desarrollar constelaciones similares de cambios genéticos en estos puntos es un signo de evolución convergente: cuando diferentes versiones del virus se han estrellado contra las defensas inmunes de la población humana y luego encuentran formas similares de evitarlas. Es lo mismo que sucede con la gripa, pero en el caso del SARS-Cov-2 es bastante nuevo. En el caso del coronavirus, cuantas más mutaciones tiene, más ventajas parece tener una nueva variante.

La subvariante de Ómicron, XBB, parece ser la mejor para evadir la inmunidad. Investigadores en China han descubierto que XBB puede eludir los anticuerpos protectores generados por una infección BA.5 innovadora, lo que aumenta la preocupación de que los refuerzos de otoño diseñados para atacar las versiones BA.4 y BA.5 de Ómicron puedan ser superados rápidamente. Aun así, esas inyecciones de refuerzo siguen siendo la mejor herramienta en el estante.