Nueva Delhi, India. – (Agencias) Por primera vez en 20 años, este jueves, la India y Paquistán anunciaron el cese al fuego total a lo largo de la frontera compartida. Este es el mayor paso hacia la distención de la zona entre los dos países desde 2003.
A través de un comunicado conjunto, altos funcionarios militares de los dos países informaron el acuerdo de un alto al fuego que entró en vigor a media noche, incluso a lo largo de la frontera no oficial en disputa del Himalaya de Cachemira.
Aunque las tropa de ambos países intercambian disparos de manera regular de artillería y fuego de armas pequeña en la región, los analistas han descrito el conflicto como “la guerra por otros medios”, de acuerdo con The Washington Post.
Decenas de aldeanos y militares han muerto en los últimos años en un mortal conflicto de baja intensidad.
La India acusa a Pakistán de incitar a los aldeanos a la insurgencia durante tres décadas en la Cachemira india, enviando efectivos militares y armas a través de la frontera. Pakistán siempre lo ha negado.
Las relaciones entre estos dos vecinos con armamento nucleares han sido históricamente difíciles. En 2019, la India bombardeo Pakistán después de que un ataque de un grupo rebelde asesinara a 40 militares indios en Cachemira.
Ambos países se enfrascaron en la primera batalla aérea en 50 años. Meses mas tarde, la India decretó la anexión de Cachemira india, lo que enfureció más a Pakistán.
Desde entonces, el intercambio de artillería se ha intensificado. Más de 5,000 incidentes de este tipo sucedieron en tan solo 2020, la cifra más alta desde 2002.
De acuerdo con Happymon Jacob, un profesor de estudios internacionales y autor de un libro sobre el conflicto entre la India y Pakistán en Cachemira, “estan perdiéndose vidas humanas, con aldeanos siendo asesinados de ambos lado”.
Para Jacob, si el acuerdo es efectivo, esto sería “rompe camino”. Reduciría la violencia y enseñarían a la comunidad internacional que están tomando medidas para estabilizar Cachemira.
Pero donde fue una fuente de alivio fue en la frontera fuertemente militarizada de Cachemira. Syed Ahmad Habib, de 47 años, vive en el lado indio de la frontera, pero su casa está tan cerca de la línea que pude ve casas en el territorio controlado por los pakistaníes.
“Alguien que no ha visto caer proyectiles, no sabe que clase de vida estamos llevando”, dijo Habib, que es originario de Mandhar. Un amigo de la infancia murió en un bombardeo este año. “Si se ha detenido me alegro”, replicó.
