Buenos Aires, Argentina. – (Agencias) Ante el fuerte aumento de casos Covid-19 en Argentina, confinamiento estricto. A partir de este fin de semana, el país inició un encierro de nueve días, se suspenden todas las actividades no esenciales en las zonas de alto riesgo.
El país sudamericano intenta con estas medidas aplacar la cuerva de contagios para aliviar la fuerte presión al sistema de salud, agilizando además la campaña de vacunación.
«En una pandemia, la salud y la economía se juntan… pero prefiero recuperarme, trabajar, aprender a vivir con lo que hay», decía resignada Nora Geotti, abogada, tras recibir la vacuna.
Hasta el momento se han aplicado más de 11 millones de dosis. Se espera recibir pronto las vacunas ya pactadas con los proveedores.
«Me parece todo muy bien, las restricciones, ya veo que hay mucha gente que se queda sin trabajar pero, bueno, es lo mejor para la salud, primero y principal la salud de todos los argentinos», decía por su parte Rubén Franco, trabajador del sector de la metalurgia.
Las nuevas restricciones dividen a la sociedad, en un país que comenzaba a tener signos de reactivación después de tres años de recesión.
El presidente, Alberto Fernández, ha calificado éste como el «peor momento de la pandemia», con un promedio diario de 30,000 casos y 500 fallecidos.
