La noche del 30 de marzo fue asesinado el presidente municipal de Churumuco, Michoacán, Guillermo Torres Rojas, de 39 años.
Se encontraba cenando en una taquería acompañado de su familia, en el lugar conocido como “El Infierno”, ubicado en la avenida Madero, en la zona centro.
Al sitio arribaron sujetos armados en una moto y comenzaron a disparar contra el edil, mientras que su hijo fue herido por un impacto de bala en una mano.
Ambos fueron trasladados a un hospital privado donde recibieron atención médica, sin embargo, el presidente municipal falleció a causa de un paro cardíaco provocado por los impactos de bala recibidos.
Tras el atentado en el que Guillermo Torres perdió la vida, los responsables se dieron a la fuga.
Las autoridades dieron orden a un operativo de búsqueda, pero hasta el momento no hay responsables.
Los peritajes se llevaron a cabo por el personal de la Unidad de Servicios Parciales y Escena del Crimen de la Fiscalía Estatal, que acudió al llamado.
Michoacán se considera uno de los estados de México donde la violencia radica con fuerza, con un registro del gobierno federal de más de 296 asesinatos en lo que va de 2024, y está bajo rondines de vigilancia a cargo de militares y la Guardia Civil.
INICIA FGE DE MICHOACÁN CARPETA DE INVESTIGACIÓN
Tras el homicidio del presidente municipal Guillermo Torres Rojas, la Fiscalía General del Estado de Michoacán inició a una carpeta de investigación para resolver las indagatorias que llevaron a cometer el crimen que también dejó en consecuencia un lesionado de bala de 13 años.
Por su parte, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla externó sus condolencias a través de redes sociales, y se comprometió públicamente a no descansar hasta encontrar a los responsables y esclarecer el crimen.
Torres Rojas obtuvo la presidencia municipal de Churumuco en 2021 cuando era representado por el Partido Revolucionario Institucional; posteriormente se uniría a Morena, en 2022.
LO DESPIDEN FAMILIARES Y AMIGOS
Este lunes 1 de abril fue velado por familiares y amigos cercanos que acudieron a darle el último adiós, acompañando su partida en una misa ofrecida en su honor, para después sepulturlo en el panteón municipal.
