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Bebé muere en centro holandés para refugiados

El bebé murió en un polideportivo improvisado que funciona cómo anexo del centro principal, para tratar de solucionar el desbordamiento de las instalaciones donde se atiende a los solicitantes de asilo

Ámsterdam, Países Bajos. – (Agencias) A pesar de ser calificada como una sociedad madura, la muerte de un bebé de tres meses en un centro sobrepoblado para refugiado y migrantes que buscan asilo en este país, ha puesto la alarma en las organizaciones no gubernamentales sobre el trato inhumano que reciben en los centros de detención. La organización sin fines de lucro Médicos sin Fronteras (MSF) se ha desplegado en las controvertidas instalaciones por primera vez, iniciando una investigación sobre la muerte del bebé.

Sin embargo, la muerte del bebé es el último de una serie de incidentes dentro del centro de Ter Apel, en el norte de los Países Bajos, donde MSF ha denunciado las condiciones del centro como “inhumanas” y el personal abandono las instalaciones debido a las fallas del sistema.

Los refugiados que buscan asilo se han visto obligados a dormir al aire libre, mientras las tiendas de campaña han sido prohibidas porque tapan la vista de las cámaras de seguridad. Ha habido pruebas de que las clavijas para fijar las casas de campaña son usadas como armas. Más de 700 personas durmieron a la intemperie.

El bebé murió en un polideportivo improvisado que funciona cómo anexo del centro principal, para tratar de solucionar el desbordamiento de las instalaciones donde se atiende a los solicitantes de asilo.  Eric van der Burg, un ministro de asilo holandés, dijo que estaba «conmocionado» por el incidente.

A través de cuenta, tuiteó: “Un bebé de tres meses murió anoche en el polideportivo de Ter Apel. Como todos los involucrados, estoy profundamente conmocionado por este terrible evento. Actualmente se está llevando a cabo una investigación para determinar qué sucedió exactamente. Le deseo lo mejor a la familia y al personal”.

Eric van der Burg

Por su parte, el Departamento de Atención a la Juventud y Justicia del país dijo, a través de un comunicado, que se le había dado los primeros auxilios al bebé en el polideportivo.  “Actualmente se sabe poco sobre la muerte del bebé, pero los primeros auxilios que se dieron no lograron reanimar al niño”, dijeron.

Un portavoz de la Agencia Central para la Recepción de Solicitantes de Asilo que trabaja en la instalación dijo: “El personal está profundamente conmocionado por este terrible evento. Esto es particularmente duro para Ter Apel. Hay sentimientos de tristeza e impotencia entre los residentes y empleados”.

El jueves, personal de la rama de MSF de Holanda se desplegó en Ter Apel, una acción inusual, ya que por lo general la organización se despliega para brindar asistencia médica a quienes se encuentran en zonas de guerra.

“Desde hoy estamos dando atención médica en Ter Apel”, dijo la directora de Médicos Sin Fronteras, Judith Sargentini. “Las condiciones de vida allí son inhumanas y deben mejorarse de inmediato. No hay duchas y los baños están sucios”. “Hemos llegado a un punto bajo en nuestro país”, agregó el alcalde de Groningen, Koen Schuiling, y pidió a otros municipios que abran sus puertas y ayuden a aliviar el hacinamiento en Ter Apel.

Sin embargo, los planes para dar alojamiento a los solicitantes de asilo en otros lugares han encontrado una feroz resistencia. Los residentes de la pequeña ciudad oriental de Albergen han estado protestando durante días contra el anuncio de la agencia holandesa de refugiados de albergar hasta 300 solicitantes de asilo en un hotel local.

Coreando consignas como “¡No a los solicitantes de asilo!” y «¡Váyanse!», los residentes dijeron que la decisión se impuso a pesar de las objeciones de que la ciudad era demasiado pequeña para la afluencia de cientos de extranjeros.

Prot4esta en Albergen en Países Bajos

Los expertos dicen que la crisis actual no se debió a un mayor número de solicitantes de asilo que cruzaron la frontera hacia los Países Bajos. Más bien, se debió a la escasez actual de viviendas en los Países Bajos y al gobierno holandés que redujo su capacidad para manejar el número de solicitantes de asilo, que disminuyó durante la pandemia de coronavirus.