La cantante afirma sentirse “devastada” por haber estado expuesta a pornografía durante su infancia. Lo que afectó sus relaciones interpersonales, y su percepción del sexo.
La joven cantante estadounidense confesó en una entrevista en el programa «The Howard Stern Show», que tuvo una adicción a la pornografía que comenzó a ver desde los 11 años, según la cantante cada vez buscaba contenido más fuerte.
“Yo solía ver mucha pornografía, honestamente. Comencé a ver pornografía a alrededor de los 11 años”, confesó. “Llegó un momento en que no podía ver nada a menos que fuera violento. Pensaba que yo no era atractiva”.
Esta declaración surgió por que la cantante presentó su más reciente canción titulada “Male Fantasy”, donde se leen varias estrofas que incluyen la pornografía.
“Sola en casa/ tratando de no comer/ Me distraigo con pornografía/ Odio la forma en la que ella me ve / No aguanto el diálogo, ella nunca estará / así de satisfecha, es una fantasía masculina / Volveré a terapia”. comienza la canción.
“Yo era virgen. Nunca había hecho nada. Y así que, conllevó a problemas … Las primeras veces que tuve relaciones sexuales, no decía ‘no’ a cosas que no eran buenas. Fue porque pensaba que eso era lo que tenía que atraerme”, contó.
Luego comenzó a ver películas “abusivas” sobre BDSM (bondage, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo), que le llegaron a ocasionar problemas de sueño, causándole insomnio y pesadillas.
