Estocolmo, Suecia. – (Agencias) Después de escrutados alrededor de la cuarta parte de los 6,578 distritos electorales, el bloque de centro izquierda de la primera ministra socialdemócrata, Magdalena Adersson, encabeza las preferencia en las elecciones generales realizadas el domingo en Suecia, con el 50% frente al 48.2% de la oposición. De confirmarse este resultado, el centroizquierda obtendría 177 diputados por 172 de la derecha.
Lo que, de nueva cuenta, el Partido Socialdemócrata, la fuerza que ha dominado la política sueca en el último siglo, repetiría el triunfo con el 30.1%, casi dos puntos más que en 2018, seguido por el ultraderechista Partido Demócratas de Suecia (SD), con el 20.8%, tres puntos más, lo que lo convertiría en la primera fuerza opositora.
En tercer lugar, quedaría el conservador Partido Moderado, quien es desplazado y cae a la tercera fuerza con el 17.7%, dos puntos menos, lo que dejaría en una comprometida situación al hasta ahora líder de la oposición, Ulf Kristersson.
Los dos sondeos a pie de urna difundidos por el canal privado TV4 y el público SVT al cierre de los colegios daban como ganador al bloque de Andersson, que incluye también a excomunistas, centristas y ecologistas, con una diferencia que variaba de seis décimas a 2.6 puntos. Las encuestas antes de la jornada de votación apuntaban a un empate técnico entre los dos bloques, aunque con un ligera ventaja para el bloque de centroizquierda, señalando que podría repetirse el drama de la elección de 2018.
La diferencia entonces fue de un solo escaño a favor del bloque gubernamental y hubo que esperar una semana para tener un resultado definitivo, presagio de unas arduas negociaciones para formar gobierno, que duraron 134 días, un récord en la historia sueca.
El bloque gobernante ha podido ganar y gobernar en las dos pasadas legislaturas, a pesar de que había una mayoría de centroderecha en la Cámara, debido al “cordón sanitario” que le han puesto los demás partidos políticos de Suecia al ultraderechista SD desde su llegada al parlamento en 2010.
En esta elección, fue necesario un pacto de los socialdemócratas y sus aliados ecologistas con centristas y liberales, rompiendo la alianza de centroderecha que existía desde 2004, para mantener el aislamiento al SD, que se ha ido resquebrajando.
Conservadores, democristianos y liberales, que han vuelto a cambiar de bando, concurrieron ahora a pactar con la ultraderecha, aunque mantienen su negativa a que forme parte de un hipotético gobierno, un rechazo que podría dejar muy difícil al SD desbancar a los conservadores de la segunda plaza.
La campaña electoral ha estado dominada por temas como el aumento del crimen, en los últimos meses han aumentado los crímenes violentos; la inmigración, con la gravedad de la crisis económica y la crisis energética, que sufre todo9 Europa por causa del conflicto bélico en Ucrania.
