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Boris Johnson en el patíbulo, le renuncian 5 ministros

Las renuncias de su ministro de Hacienda, Rishi Sunak, y el de Salud, Sajid Javid, hicieron sentir que el primer ministro entraba en su fase terminal pero que no sería de manera inmediata

Londres, Inglaterra. – (Agencias) Boris Johnson enfrentó las PMQ (Preguntas al Primer Ministro), una convención constitucional de todos los miércoles durante la sesión parlamentaria de la Cámara de los Comunes, que, junto a las renuncias de cinco miembros de su gabinete, no solo fueron tan negativas para Johnson, sino fueron mucho peor de lo que se esperaba, de acuerdo con el diario inglés The Guardian.

Las renuncias de su ministro de Hacienda, Rishi Sunak, y el de Salud, Sajid Javid, hicieron sentir que el primer ministro entraba en su fase terminal pero que no sería de manera inmediata. Sin embargo, tras la ola de renuncias y las maniobras del Comité de 1922, cuerpo coordinador de los parlamentarios conservadores, el ritmo parece acelerarse.

Sajid Javid, Rishi Sunak y Boris Johnson (de izq. a der,)

Uno de los lideres laboristas. Keir Starmer, dio una de sus mejores actuaciones contra Johnson. Generalmente, de acuerdo con el diario The Guardian, es más efectivo cuando habla como exfiscal General, sin embargo, está vez fue más incisivo de los que se esperaba sobre el escándalo sexual de Chris Pincher, el ex número dos del grupo parlamentario de los torys (conservadores) y uno de los mejores aliados de Johnson, presentando el caso no como una cuestión de honestidad y competencia, sino como un escándalo primer ministro que permitiendo a un depredador sexual estar ahí.

También lanzo dardos humorísticos, como “el encargado de la brigada de peso ligero”. Johnson nunca pudo recuperarse y su sorprendente fue sorprendente ver como su recurrencia a temas habituales de su discurso (Corbyn, Brexit y la disuasión nuclear) se desplomó. Según el diario The Guardian, los periodistas presentes en la galería dijeron que el silencio de quienes por lo general apoyarían al primer ministro fue sorprendente.

Por su parte, Sajid Javid, que es un orador de Commons menos pulido que Starmer, pero su discurso, estuvo muy por encima de su última declaración de la renuncia. Acusó a personas “al más alto nivel” en el equipo de Johnson de mentirle sobre Partygate. Es difícil calcular el impacto que tendrá el discurso en las esperanzas de Johnson de permanecer en el cargo, pero probablemente se vea como el primer golpe en la campaña de Javid por el liderazgo Tory, y en este sentido fue un éxito indudable. Les recordó a sus colegas los prejuicios y las desventajas que ha enfrentado a lo largo de su vida, de manera breve pero conmovedora.

“A pesar de lo que pueda parecer, nunca he sido de los que abandonan la vida. No renuncié cuando me dijeron que los chicos como yo no hacían matemáticas. No renuncié cuando los banqueros de la vieja escuela dijeron que no tenía los lazos escolares adecuados. No renuncié cuando la gente de mi comunidad me dijo que no podía casarme con el amor de mi vida”, dijo.

Y lanzó una reprimenda a los ministros que no han renunciado, diciéndoles a los parlamentarios: “He concluido que el problema empieza por arriba y creo que eso no va a cambiar y eso quiere decir que nos corresponde a los que estamos en una posición que tenemos la responsabilidad de hacer ese cambio. Les deseo lo mejor a mis colegas del gabinete y puedo ver que han decidido permanecer en el gabinete. Tendrán sus propias razones, pero es una elección. Sé lo difícil que es esa elección, pero seamos claros; no hacer algo es una decisión activa”.

Muchos en el Partido Conservador están obsesionados con la noción de que, en una competencia por el liderazgo del partido, “el que empuña el cuchillo nunca lleva la corona”. Como gran parte de lo que pasa por la sabiduría colectiva tory, esto hace referencia a Margaret Thatcher. Pero podría ser menos cierto de lo que la gente supone.

La intervención más devastadora durante la sesión fue inesperada. Durante las PMQ , el parlamentario conservador Gary Sambrook dijo que ayer en el salón de té de los Comunes, Johnson les dijo a sus colegas que «había siete personas, parlamentarios, en el Carlton Club la semana pasada y uno de ellos debería haber tratado de intervenir para evitar que Chris [Pincher] bebiera tanto”.

Sambook continuó: “Como si eso no fuera lo suficientemente insultante para las personas que intentaron intervenir esa noche. Y luego también para las víctimas que la bebida era el problema. ¿No es el ejemplo de que el primer ministro constantemente trata de desviarse del tema, siempre trata de culpar a otras personas por los errores, y que no le queda nada más que hacer que asumir la responsabilidad y renunciar?”

Esto parecía resumir el problema en pocas palabras. Y explica por qué se está acabando el apoyo a Johnson.