San Salvador, El Salvador. – (Agencias) El poder del presidente del El Salvador se echó a andar. En las pasadas elecciones legislativas, el partido del presidente obtuvo la mayoría absoluta.
Hoy, en El Salvador, la Asamblea Legislativa, controlada por el presidente Nayib Bukele, ha destituido a todos los magistrados constitucionales de la Corte Suprema de Justicia. Anteriormente, Bukele había destituido al Fiscal General.
El Congreso ha tomado la decisión en su primera sesión tras las elecciones, con los votos favorables de 64 de los 84 diputados, todos ellos miembros del oficialismo.
El legislativo acusa a los magistrados de cometer «fraude a la constitución» y violar la separación de poderes, por haberse opuesto a unos decretos relativos a la gestión de la pandemia.
Suecy Callejas, vicepresidenta del Legislativo, fue la encargada de presentar la iniciativa.
«Es evidente que los miembros de dicho tribunal no están a la altura de las necesidades de El Salvador”, afirmó. “Claramente necesita funcionarios más conscientes, más apegados a la protección de la vida de las personas y es que, sin la vida, no existen más derechos constitucionales».
El presidente Nayib Bukele ha defendido en un tuit la decisión de la Asamblea que, según asegura, tiene la «facultad INCONTROVERTIBLE» para llevar a cabo esas destituciones.
Sin embargo, la respuesta de la Sala Constitucional del Supremo fue declarar inconstitucional la medida. Las reacciones de la comunidad internacional han sido de preocupación y demanda el respeto a la división de poderes.
Estados Unidos Otros organismos internacionales han levantado la voz para criticar una decisión que consideran va contra el equilibrio de poderes.
«Se trata de una evidente alteración del orden constitucional», clama en un tuit José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch.
La OEA, un organismo que es una caja de resonancia de la posición de Estados Unidos, ha rechazado la decisión de la Asamblea Nacional salvadoreña.
Nayib Bukele ha sido polémico en sus decisiones, como la intervención con el ejército al Congreso pasado para imponer la agenda legislativa o, la decisión de mantener a los maras salvatruchas acinados en prisiones con controles militares.
Lo que le ha ganado la aceptación de la mayoría de los salvadoreños que, cansados de la ineficiencia de los gobierno, le dio el voto en las pasadas elecciones a su partido, Nuevas Ideas, consiguiera una victoria contundente en las últimas elecciones legislativas y, con ella, el control del Legislativo.
En las calles, muchos aplauden el hecho de que su presidente tenga por fin las manos libres.
«Con el apoyo de la Asamblea el presidente Bukele va a conseguir mayores beneficios para este país en muchos aspectos, ya sea de salud, de seguridad, de educación», afirma un joven.
En cambio, otros se muestran críticos con esta acumulación de poderes.
«Una nueva Asamblea significa que, si el poder lo tiene el oficialismo, puede tomar un papel, teóricamente, autoritario», afirma un hombre.
Apenas terminada la votación, la Asamblea Legislativa inició la elección de los nuevos magistrados del Constitucional.