Madrid, España. – (Agencias) Tras el estallamiento del escandalo de espionaje en España, ha caído la primera involucrada. La directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, ha sido destituida el martes tras el Consejo de Ministros, con lo que pretende cerrar la crisis política tras el caso de espionaje a través de la plataforma israelí ‘Pegasus’.
El escándalo estalló después de que el ‘Citizen Lab’ hiciera pública la información sobre el espionaje a importantes políticos y lideres independentistas de Cataluña, incluso al propio presidente español, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
La destitución de Esteban se produce tan solo dos años después de su nombramiento como directora del CNI y otros siete meses antes donde ejerció como jefa interina, aunque su experiencia en los servicios de inteligencia se remonta a los años 80, cuando ingresó en el antiguo Centro Superior de Información de la Defensa.
En rueda de prensa, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha defendido la decisión del Gobierno y ha agradecido a Esteban su labor al frente de la institución. Además, ha aprovechado para anunciar el cambio en la dirección del CNI por la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro.
Por su parte, la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, ha querido recordar que las actuaciones que se investigan están bajo secreto y se está analizando qué posibles fallos ha habido, también en el ámbito político. Aunque, de momento, no han identificado quién está detrás del espionaje al presidente del Gobierno y la ministra.
Fin a la crisis
La posibilidad del relevo de Paz Esteban comenzó a ganar fuerza después de que la directora del CNI reconociera el pasado jueves ante la Comisión de Gastos Reservados del Congreso que los servicios de inteligencia habían espiado con autorización judicial al actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y a otra veintena de políticos independentistas como Carles Piugdemont, Quim Torra y Artur Mas, entre otros.
Sobre este tema, la Robles ha querido zanjar el tema asegurando que «todas las actuaciones que realiza el CNI son con autorización judicial». «En este país, a nadie se le investiga por sus ideas políticas», ha añadido.
Tanto Unidas Podemos, socio del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, como Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y otros partidos independentistas, que forman el grupo de apoyo parlamentario del Ejecutivo, pidieron inmediatamente que se investigara responsabilidades políticas por estas escuchas.
De forma paralela, el Centro Criptológico Nacional, que depende del CNI, había abierto una investigación para esclarecer si los teléfonos móviles de otros miembros del Gobierno, además de Sánchez y Robles, también habían sido espiados, pero esta vez por un elemento externo al Estado y, por tanto, sin autorización judicial.
Fuentes del CNI han insistido en las últimas semanas que el control de seguridad de esos terminales no es responsabilidad de los servicios de inteligencia, sino de los servicios de seguridad de la Presidencia del Gobierno. Según estas fuentes, el CNI se limita a trasladar a los responsables de seguridad boletines internos con las amenazas más recientes y su forma de atajarlas, pero no actúa directamente sobre los terminales.
La Generalitat rechaza el cierre del caso
La Generalitat ha dejado claro que la destitución de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, no es «suficiente» y, entre otras medidas, ha pedido por carta a la Moncloa desclasificar documentos, además de que se personará como acusación particular en la Audiencia Nacional.
En rueda de prensa en la Generalitat tras la reunión del Ejecutivo catalán, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha advertido de que «esto no va de gestos» ni de «cortar cabezas», por lo que el cese de Esteban «no lo resuelve todo, no cierra el tema y quien piense así, se equivoca. No es suficiente» ni «la única respuesta necesaria al problema».