Otra más que le apuntaremos a nuestro flamante presidente, será la inservible encuesta nacional para enjuiciar a ex presidentes, un caro ejercicio que sólo es para “tantearles el agua a los camotes”, en vísperas de la sucesión presidencial.
Pareciera una broma de mal gusto cuando escuchas, ves o lees del absurdo presidencial, ahora llamado “encuesta nacional para enjuiciar a ex presidentes”, con lo que Andrés Manuel López Obrador, en un acto por demás populista, pretende aprovecharse del tema que es más que obvio, pues, si cuestionas a la ciudadanía sobre actos corruptivos que se deben castigar, la respuesta será un sí.
Pero este ejercicio “constitucional” no es más que una medición, para “tantear el agua”, pues López Obrador ha caído en la preferencia de los mexicanos por lo menos en un 20 por ciento.
El tabasqueño quiere medir hasta dónde le creen los mexicanos, pero estratégicamente incurre en un delicado tema como lo es la corrupción y quien la ejerció, sólo que no toma en cuenta varios factores, el principal, el monetario.
El llamar a la población a votar, desde armar una simple casilla o centro de acopio de votos, hasta la publicidad impresa y electrónica; el poner a trabajar a una institución como lo es el INE, costará al erario más de 500 millones de pesos, sin dejar a un lado lo que representará a la industria vitivinícola y cervecera el paro de sus ventas el fin de semana del día 31 de julio y día 1 de agosto, por la ya anunciada ley seca.
Líderes de opinión en Coahuila han rechazado la intención y coinciden en un punto: el económico, ¿Qué se podría hacer con 500 millones de pesos en agricultura, infraestructura, salud y educación?, recurso destinado a la consulta… ¿Tú qué opinas?
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