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Carecen de agua ejidatarios de Parras; se las quita Casa Madero

La cuna de la vitivinicultura en América se ve amenazada por la familia Milmo Brittingham, propietaria de Casa Madero.

Ejidatarios de Parras de la Fuente, Coahuila, sufren de una sequía muy severa y además no tienen agua en sus sembradíos, lo que está matando al campo.

Históricamente, los yacimientos acuíferos de esta área del Sureste de Coahuila han proliferado en dar agua potable y constante a todo el municipio.

Sin embargo, la aparente codicia de los dueños de Casa Madero por incrementar sus ganancias en la venta de vino a nivel internacional ha logrado que, por medio de un séquito de guardias de seguridad armados, se apropien de las compuertas y ductos de agua potable que llegaría a los ejidos, para desviarla hasta los sembradíos de la empresa vitivinicultora.

Este martes 18 de mayo por la mañana los ejidatarios se dieron cita para conversar con el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, quien los recibió y se comprometió a enviar a un delegado especial para atender esta situación por parte de la Secretaría de Gobierno.

Los manifestantes de los ejidos afectados se dieron cita en las compuertas donde se divide el agua potable para los ejidos y hacia Casa Madero.

Efectivamente dos guardias de seguridad de la empresa H4, contratada por Casa Madero, resguardaban el lugar e impedían el paso del líquido.

Ante un conato de riña, donde inclusive los medios de comunicación fueron amedrentados por los gendarmes privados, la policía del estado se hizo presente en el lugar junto con la policía municipal de Parras, para evitar un conflicto mayor.

La Fiscalía General del Estado de Coahuila tomará parte de los hechos para realizar una investigación sobre las acusaciones en contra de la empresa Casa Madero.

Ejidatarios buscarán a toda costa que se respete su derecho constitucional al agua potable, que además de manera racional se les asignó desde 1960 como su propiedad.