Bagdad, Irak. – (Agencias) La formación del influyente clérigo chií Muqtada al Sadr se ha impuesto con holgura en las elecciones legislativas celebradas en Irak, mejorando notablemente respecto a los anteriores comicios. Sus seguidores celebraron este lunes por la noche su victoria en la plaza Tahrir de Bagdad.
Una multitud abarrotó la plaza Tahrir, en la que corearon consignas a favor del clérigo, alzaron pancartas con su fotografía y lanzaron fueros artificiales de color verde y rojo, los de la insignia de su partido.
«Felicidades al pueblo de Irak por la victoria del proyecto de reforma que encabeza Muqtada al Sadr -decía un partidario-. Hoy sentimos que Irak ha sido liberado. No teníamos esa sensación desde 2003. Hoy, Irak se ha liberado de la corrupción«.
El Bloque Sadrista aumenta escaños
Según los resultados provisionales publicados por medios iraquíes, el Bloque Sadrista de al Sadr obtuvo 73 de los 329 escaños del Parlamento, lo que supone un importante avance respecto a los 54 asientos que obtuvo en las anteriores elecciones, donde fueron los más votados.
Al Sadr es un clérigo populista chií, muy popular entre las clases chiíes más empobrecidas de Irak, concentradas en la capital, Bagdad, y en el sur del país.
El propio al Sadr se dirigió a sus seguidores para pedirles que salieran a las calles para conmemorar la victoria «sin armas».
En su discurso televisado también subrayó que el éxito de su bloque en las legislativas es una victoria «contra la corrupción, el terrorismo, la normalización (con Israel), las milicias, la pobreza y la injusticia«.
Caida electoral de las milicias chiíes proiraníes
La otra tendencia clara es el hundimiento del Bloque Fatah, que engloba a un cúmulo de milicias chiíes proiraníes, que pasaría de ser la segunda fuerza política a obtener solo 14 escaños en estas elecciones.
De confirmarse estos resultados, el Bloque Sadrista tendrá un papel predominante en la formación del futuro de Gobierno, aunque la negociación entre facciones será indispensable debido a la fragmentación parlamentaria.
Estas elecciones legislativas anticipadas, las quintas desde el derrocamiento de Sadam Husein, han estado marcadas por una abstención récord, fruto de la apatía de los iraquíes ante un sistema político incapaz de mejorar sus condiciones de vida. Solo el 41 % de los electores acudieron a las urnas.
