Washington, D.C. – (Agencias) Hace una década, más de 30 plantas de generación eléctrica en Texas propiedad de corporativos y ayuntamientos fallaron en una de las históricas heladas que han azotado el estado de Texas. Diez años después volvieron a fallar.
Tres de los gigantes energéticos dentro de la lista de Fortune 500: NRG, Calpine Corporation y Vistra Corporation, todas con sede en Texas, y Exelon, con sede en Chicago; tuvieron fuertes caídas en su suministro de energía eléctrica en la tormenta invernal de febrero, lo mismo que en la tormenta invernal de hace 10 años, de acuerdo con la revisión del Washington Post.
En testimonios a los legisladores estatales, documentos para los accionistas y declaraciones a The Washington Post, las compañías han dicho que el apagón del mes pasado ocurrió al menos en parte debido a la falta de protección invernal de los equipos adecuada para las tormentas árticas.
El mismo problema surgió en las suspensiones de 2011.
De acuerdo con el testimonio de Mauricio Gutiérrez, director ejecutivo de NRG, ante los legisladores estatales, “todo el sector energético fracasó en Texas. Sabemos que podemos hacerlo mejor y debemos hacerlo mejor para asegurarnos de que esto no vuelva a suceder».
«Sufrimos nuestra parte de problemas de unidad… por esa razón, somos los dueños. No actuamos tan bien como hubiera esperado».
Por otra parte, las empresas de propiedad pública, Austin Energy y CPS Energy, que suministran electricidad a la ciudad de San Antonio, también se cayeron durante ambas tormentas, de acuerdo con Electric Reliability Council of Texas (ERCOT), una organización sin fines de lucro que operan el mercado de la red eléctrica y el comercio de energía en Texas.
En 2011, los apagones que afectaron a más de 4 millones de hogares en Texas obligaron una investigación y reformas a las leyes.
La reforma de ese mismo año obligaba a los generadores de energía a presentar cada año planes para afrontar las fuertes heladas de invierno a la Comisión de Servicios de Texas, quien los regula.
La comisión triplico el tope en los precios de mayoristas de la energía eléctrica para incentivar a las empresas y que reunieran dinero para sus mejoras en las protecciones de invierno, y no se perdiera el suministro ante las inclemencias del tiempo.
No fue suficiente para prevenir el desastre una década después con un mayor daño. Las temperaturas bajaron aún más y durante más tiempo.
Aún no se sabe la cifra exacta de personas que fueron afectadas con los apagones de febrero de este año. Sin embargo, de acuerdo con los expertos estos pueden ser quizá cinco veces mas severos que en 2011.
En febrero, millones de texanos no tuvieron luz, calefacción ni agua, en la helada más grave desde que se tiene registro.
Muchos derritieron el hielo, pusieron tiendas de campaña en sus salas para mantenerse más calientes, y mudándose con parientes o amigos, renunciando a la sana distancia recomendada en estos tiempos de pandemia.
De acuerdó con The Houston Chronicle, al menos 50 muertes se registraron relacionadas con las temperaturas y la falta de energía eléctrica. Toda vía cientos de miles de personas continuaban sin agua potable esta semana.