Londres, Inglaterra. – (Agencias) Las nuevas medidas de cierre nacional aplicadas a partir del jueves en Inglaterra han dejado una laguna tan grande que muchas actividades no se vieron afectadas por lo que la prensa llamó el Lockdown 2.0. Las tiendas y las papeleras estaban tan llenas como cualquier otro día.
Las universidades impartiendo sus conferencias presenciales. Los trabajadores se acumulaban en las oficinas y fabricas contando a lo mucho con un botellón de desinfectantes de manos para protegerlos de la propagación desenfrenada del Covid-19, de acuerdo con The NYTimes.
Esta vez Europa enfrenta las dificultades de sus propias decisiones. Ante la segunda ola de Covid-19, los gobiernos europeos muestran dificultad para volver a meter a la gente que estuvieron promoviendo que volvieran a las oficinas y a los pubs.
El consenso político se ha derrumbado. No es como primavera, cuando con poca disidencia ordenaron a la gente a quedarse en casa. Esto ha producido que se generen una serie de lagunas que permiten el incumplimiento de cierre que establecen las nuevas restricciones.
Los científicos como los ciudadanos han expresado su preocupación por la temporada de invierno.
«Se siente muy parecido a un encierro de nombre solamente», dijo Steve Gremo, un desarrollador de software en Kent, en el sureste de Inglaterra. «En marzo, parecía que el país se detuvo por completo. No fue el mismo ambiente esta mañana en absoluto”.
Las nuevas medidas, que supone el cierre de los restaurantes y tiendas no necesarias pero que permanecen abiertas las escuelas, universidades y muchos lugares de trabajo, se extenderán hasta el 2 de diciembre.
Muchos científicos dudan que sea suficiente 4 semanas de restricciones relajadas para detener el avance del virus, o para al menos sostener el sistema de rastro para permitir a los funcionarios sanitarios hacer un seguimiento de la propagación del virus, durante el invierno.
El jueves, el primer ministro Boris Johnson dio a entender que las restricciones para trabajar y socializar permanecerán por más tiempo de lo que el había reconocido anteriormente.
Al anunciar el confinamiento para este fin de semana, Johnson confirmó la ampliación del programa de ayuda a los trabajadores, 80% del salario para trabajador desempleado por el cierre, solo hasta el 2 de diciembre en que expiran las medidas.
Sin embargo, este jueves el mensaje fue diferente. El canciller de Hacienda, Rishi Sunak, anunció la ampliación hasta marzo debido a que el daño económico de la pandemia iba mas allá que el segundo confinamiento.
El Partido Laborista atacó las dudas del gobierno, diciendo que había provocado una profunda duda a las empresas y generado despidos innecesarios. Johnson tuvo que dar un giro de 180 grados al imponer el cierre. Solo 10 días antes del anuncio de las medidas, había dico que un cierre nacional era “altamente absurdo”.
Johnson tuvo que enfrentar la revuelta en su partido, donde más de 30 legisladores anti medidas y pro-negocios votaron en contra del cierre nacional.
El primer ministro ha insistido que las medidas serán suficientes para contener las medidas, a pesar del escepticismo de los científicos. “Esto no es primavera”, dijo. “Cuatro semanas son suficientes para que tengan un impacto real”.
