París, Francia. – (Agencias) De acuerdo con el jefe de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia Católica de Francia, son más de 10,000 las víctimas infantiles abusadas por los clérigos católicos franceses.
Según el artículo de Rick Noack, periodista de The Washington Post, la Comisión, creada hace dos años con la aprobación de la jerarquía católica, ha recibido hasta ahora más de 6,500 testimonios de víctimas y testigos sobre los abusos sexuales presumiblemente ocurridos en las últimas siete décadas.
“La gran pregunta para nosotros es: ¿Cuántas víctimas se presentaron? ¿Es el 25%? ¿el 10 o 5?”, declaró Jean Marc Sauvé, jefe de la Comisión, a los periodistas.
“Es muy posible que las víctimas superen las 10,000. El trabajo en curso, y en particular la encuesta de la población en general permitirá especificar con exactitud el número”, dijo. También, el recuento final contará con datos de salud pública y documentos del archivo de la Iglesia.
Para Sauvé, la magnitud de lo que parece haber sucedido en Francia es sorprendente, incluso dos décadas después de que estalló el escándalo en la Iglesia gala.
Dijo, en una entrevista el mes pasado, que la Comisión había sido contactada por unas 400 personas al mes. “Nos sorprendió mucho el número de llamadas”, recalcó. «Sus historias son un verdadero memorial del dolor. Vidas enteras han sido devastadas”.
De acuerdo con una encuesta del Pew Research Center, realizada entre 2015 y 2017, alrededor del 60% de los adultos franceses se identificaron como católicos.
Pero el número exacto de católicos practicantes sigue siendo difícil de determinar debido a los estrictos límites de Francia a la recopilación de datos étnicos o religiosos, según informó The Washington Post.
Las mismas limitaciones dificultan el seguimiento del impacto de los escándalos de abuso en los miembros de la iglesia en Francia. Algunos otros países europeos han experimentado dramáticas caídas en sus feligreses.
El informe preliminar del martes se produce antes de la reunión de los líderes de la Iglesia Católica francesa establecida para fin de mes, en la que se espera se anuncien mecanismos de apoyo a las víctimas, así como, definir la estrategia para enfrentar este terrible flagelo y prevenir más abusos sexuales en la Iglesia Católica francesa.
Algunas organizaciones de víctimas han acusado a la iglesia de intentar acortar el proceso y evitar tener que discutir las recomendaciones oficiales que publicará la Comisión en otoño.
En un informe publicado en 2018 en Alemania, se estableció que en ese país existían más de 3,600 personas que fueron abusadas sexualmente por el clero católico, entre 1946 y 2014. El clero alemán pretende indemnizar con 60,000 dólares a cada una de ellas. La mayoría de las víctimas rechazaron el plan.
Es poco probable que una compensación financiera aún más generosa ponga fin al debate sobre la complicidad de la iglesia en el abuso.
En un informe sin precedentes en noviembre pasado, el Vaticano concluyó que Juan Pablo II, cuyo papado fue de 1978 a 2005, pasó por alto conscientemente las acusaciones de abusos sexuales contra el cardenal estadounidense, Theodore McCarrick, que fue separado del cargo hasta 2019.
El documento detalla cómo las demandas trasmitidas al Vaticano eran consideradas como desestimables e infundadas, contribuyendo al encubrimiento por décadas de la Iglesia Católica.
«Renuevo mi cercanía con las víctimas de cualquier abuso y compromiso de la iglesia para erradicar este mal», dijo el Papa Francisco tras la liberación del informe.
François Devaux, líder de una agrupación de víctimas de la Iglesia, declaró al diario Le Parisien, el año pasado, que “gracias a las víctimas, el poder judicial republicano ha hecho progresos en ser conscientes de esta plaga”.
Devaux fue uno de los acusadores en un caso de alto nivel contra el exsacerdote Bernard Preynat, quien fue condenado el año pasado por haber abusado sexualmente de “4 o 5 niños por semana”, de acuerdo con su declaración, durante dos décadas.
El escándalo sacudió a la Iglesia católica francesa y llevó a la dimisión del cardenal Philippe Barbarin, uno de los clérigos de mayor jerarquía, acusado de no haber denunciado los abusos durante su tiempo como arzobispo en Lyon.
Barbarin fue declarado culpable en 2019 de no denunciar abusos a las autoridades civiles y se le condenó a seis meses de prisión suspendida, pero un tribunal de apelaciones anuló más tarde ese veredicto.