Tel Aviv, Israel. – (Agencias) El Gobierno israelí, encabezado por el primer ministro Naftalí Bennet ha decido poner fin a la actual coalición, que involucraba a ocho partidos, y disolver el Parlamento.
La decisión llega consensuada con Yair Lapid, actual ministro de Exteriores y jefe de filas de su principal socio en el Ejecutivo. Lapid asumirá el cargo de primer ministro interino hasta que se celebren nuevos comicios. La fecha que se baraja para la llamada a las urnas es el mes de octubre. Será la quinta vez en tres años y medio que los israelíes deberán votar.
El principio del fin llegó hace dos semanas, cuando el Gobierno de coalición no logró aprobar un proyecto de ley para ampliar la protección legal de los colonos en la Cisjordania ocupada. La alianza de Gobierno quedó herida de muerte.
El gobierno de coalición debilitado anunció que disolverá la Knesset, preparando el escenario para un posible regreso al cargo del primer ministro Benjamin Netanyahu. En un comunicado difundido por la oficina del primer ministro el lunes por la noche, Bennett dijo que «los intentos de estabilizar la coalición se habían agotado» y su gobierno dividido, compuesto por ocho partidos ideológicamente dispares, presentará la próxima semana un proyecto de ley para disolver parlamento.
En declaraciones a la prensa en una conferencia conjunta después del anuncio inesperado, Bennett dijo que desmantelar el gobierno “no es un momento fácil”. “Durante las últimas semanas, hicimos todo lo que pudimos para salvar a este gobierno, no por nosotros, sino por el beneficio del país”, dijo.
“Mantuve muchas conversaciones y entendí que si la Knesset no se disolvía en 10 días, la seguridad de Israel se vería gravemente dañada”, agregó Bennett, refiriéndose a la incapacidad de la coalición para acordar la renovación de la legislación relacionada con los colonos judíos en Cisjordania antes. una fecha límite a finales de junio.
Lapid, el primer ministro entrante, elogió a Bennett como amigo y por la “responsabilidad que está mostrando hoy, por el hecho de que está anteponiendo al país a sus intereses personales”.
Facciones de la izquierda y la derecha de Israel y, por primera vez, un partido árabe independiente, se unieron hace un año como parte de un ambicioso experimento de coalición para expulsar a Netanyahu del poder. Sin embargo, el gobierno ha tenido problemas para funcionar desde que perdió su escasa mayoría en abril, según el diario inglés The Guardian.
La decisión cayó de sorpresa en los pasillos del Knesset. Según los medios israelíes, ni los ministros de Defensa y del Interior estaban enterados. De acuerdo con los expertos, la decisión trataba de adelantarse a la oposición conservadora dirigida por Netanyahu, que pretendían presentar ellos una moción para disolver al Parlamento el próximo fin de semana.
De inmediato, Netanyahu dijo a través de un comunicado el lunes por la noche, que el colapso inminente de la coalición era “una gran noticia para millones de ciudadanos israelíes” y que su partido ultraconservador Likud buscaría formar un “gobierno nacional amplio”.
Las elecciones serían a finales de octubre o principios de noviembre, después de la conclusión de varias festividades judías importantes. Aunque las encuestas las encabeza el ultraconservador Likud, ni ellos ni la coalición de centro izquierda liderada por Lapid, alcanzarían solos la formación de un gobierno con una mayoría absoluta.
