En México, desde el año 2014 se decretó el 25 de octubre como Día Nacional de las Personas de Talla Baja.
Además, desde el 12 de julio de 2018 se reformó el Artículo 4 de la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, para añadir la acondroplasia o talla baja como discapacidad.
El objetivo es concientizar sobre la necesidad de incluir a las personas con esta condición, desde lugares públicos, considerando los aditamentos necesarios para desempeñar sus actividades, viendo que las instituciones acondicionen todos los espacios para que no se sientan excluidos.
La acondroplasia puede ser hereditaria como un rasgo autosómico dominante.
Si un niño recibe el gen defectuoso de uno de los padres, presentará el trastorno.
Si uno de los padres padece acondroplasia, el bebé tiene un 50 por ciento de probabilidad de heredar el trastorno.
Si ambos padres tienen la enfermedad, las probabilidades de que el bebé resulte afectado aumentan al 75 por ciento.
A pesas de las altas probabilidades de padecerla cuando hay antecedentes en el árbol familiar, la mayoría de los casos aparecen como mutaciones espontáneas.
Esto quiere decir que dos progenitores que no tengan acondroplasia pueden engendrar un bebé que sí la tenga.
En Coahuila la sensibilidad hacia el tema es distinta que en el resto de México.; este día, 34 de 38 municipios iluminan sus edificios de color verde, además del Congreso del Estado.
