Los partidos de fútbol en todo el mundo aplicaron el domingo un minuto de silencio para honrar a las víctimas de la tragedia en un estadio de Indonesia que causó la muerte de al menos 125 personas. Los jugadores de clubes de máxima categoría, técnicos y ligas enviaron sus condolencias y mensajes de apoyo.
La mayoría de las víctimas fallecieron pisoteadas o tras ser sofocadas durante el caos que se produjo tras el encuentro del sábado entre el club local el Arema FC de la ciudad de Malang, ante el Persebaya Surabaya.
Testigos contaron que la policía golpeó a los aficionados con bastones y escudos antes de lanzar gas lacrimógeno directamente a la multitud en un intento de detener la violencia, pero que desencadenó el siniestro.
La federación de fútbol de Indonesia suspendió de manera indefinida las actividades en la primera división, y vetó al estadio del Arema FC para el resto de la temporada tras una de las tragedias más grandes del deporte mundial.
