Internacional

Consumo de opio aumenta en Afganistán

El terrible flagelo se ha agudizado en este país, en medio de una desastrosa economía, el aumento del desempleo y la crisis en el país

Kabul, Afganistán. – (Agencias) Una terrible realidad se enconde bajo el puente Pol-e-Shokta, en la capital de Afganistán, Kabul, el infierno de los miles de adictos, que acuden diariamente a ese lugar insalubre para comprar y consumir opio.

El terrible flagelo se ha agudizado en este país, en medio de una desastrosa economía, el aumento del desempleo y la crisis en el país. Suma a esto, muchos de los adictos son obligados a recluirse en la cárcel para rehabilitarse, pocos ingresan en hospital Ibn Sina, especializado en el tratamiento de adicciones, ya que solo tiene capacidad para 1,000 pacientes.

Su relato es estremecedor, como explica Amin. «El desempleo, la falta de apoyo de la familia. He visto incluso una explosión ante mis ojos. Gente hecha pedazos, cadáveres volando por los aires y volviendo a caer al suelo. Las drogas son la única forma de evadirse de la depresión que estas cosas provocan», dice.

Desde la llegada de los talibanes, se había prometido de declarar ilegal el cultivo de la amapola, un cultivo que durante la ocupación creció, sin embargo, continua el cultivo y consumo del opio. Se calcula que hay entre 3.5 y 4 millones de adictos en un país de unos 38 millones de habitantes.

«Por desgracia, no existe un seguimiento una vez que abandonan el hospital. Entre el treinta o el cuarenta por ciento de los pacientes han estado ingresados otras veces», comenta el psicólogo, Ishaq Auryani.

A un año del regreso triunfante del Talibán, la cosecha de opio en Afganistán representó el 85% de la producción mundial, misma producción durante a ocupación de las fuerzas aliadas de occidente. Tras 20 años de ocupación, queda un país destrozado y dividido.