Nacional

Continúa llegada de menores migrantes a la frontera norte

Los menores llegan solos

  • Las familias migrantes que intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos, encuentran a su paso los albergues y la frontera cerrada a consecuencia de la pandemia.

No cesando la llegada de migrantes y de menores no acompañados a la zona fronteriza. Autoridades de Piedras Negras, Coahuila, alertan acerca de una crisis humanitaria, porque estiman que al mes, la patrulla fronteriza les está deportando alrededor de 10 mil personas.

Alison Romero, migrante hondureña, dijo que ella no quiere cruzar a Estados Unidos por el río, porque le da miedo, ella quiere pasar por el puente…

Alison de tan solo 8 años de edad, su hermana de 9 años y sus padres, llegaron de Honduras a México hace dos años. Han migrado de estado a estado, hasta llegar a Coahuila, para intentar cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

Nos dijeron que si estaba fácil, que podíamos pasar por el río y que ya adentro nos agarraban y que nos podían dejar allá adentro (Estados Unidos), pero ya estando aquí cambió todo el panorama; dijo Daniel Romero, padre de la pequeña Alison.

La semana pasada, Estados Unidos reactivó el trámite para la solicitud de asilo, solo para los 442 migrantes que se mantuvieron casi 2 años en Piedras Negras, dentro del programa Protocolos de Protección a Migrantes. Esto ha provocado que en las últimas semanas, llegaran cientos de migrantes indocumentados a la ciudad fronteriza.

Héctor Menchaca, enlace municipal de Piedras negras con la aduana de Texas, señaló que no es el mejor momento para venir a la frontera, porque estas se encuentran cerradas.

Durante el primer trimestre del 2021, han muerto al menos 49 migrantes, 4 de estos eran menores de edad, han muerto en el intento, arrastrados por la corriente del río.

Hay muchos menores que viajan solos, por lo general provienen de Honduras, El Salvador y Guatemala, y llegan a pagar hasta 27 mil pesos para que los crucen ilegalmente a Estados Unidos; pero muchos de ellos son abandonados a su suerte en el río o en el desierto.

Pese  a que algunos de estos menores son deportados a sus países de origen, otros no descartan volver a intentar cruzar a los Estados Unidos.