“La escuela es nuestra segunda casa, es donde pasamos gran parte del tiempo y debería ser un lugar seguro para todos, no es posible que se toleren abusos de ningún tipo contra los estudiantes, mucho menos de índole sexual”.
Alumnas, ex alumnas y participantes de colectivos, participaron en la protesta pacífica que se realizó en un plantel escolar de la Colonia La Loma, derivada de los abusos que durante generaciones se han permitido.
Días atrás las estudiantes y ex alumnas, empezaron a comunicarse entre ellas y a publicar denuncias en redes sociales, pasando del intercambio de testimonios a la organización colectiva, para protestar de manera física al exterior de la escuela.
Las jóvenes hablaron con los medios de comunicación aunque mantuvieron hermetismo respecto a sus nombres y testimonios, enfatizando que la mayoría de ellos se han publicado en páginas virtuales de colectivos feministas, ya que es en estos donde ellas han encontrado apoyo y respaldo.
“Nos vamos a proteger entre nosotras, no podemos decir nombres porque hay estudiantes activas que fueron amenazadas, les dijeron que si se presentaban les afectarían las calificaciones”.
Las estudiantes señalaron que es un gran logro que el profesor Enrique G. se haya ido, pero también piden la salida de miss Ilse, por su falta de empatía, pues ella es quien atiende en primera instancia los incidentes de los estudiantes y nunca encontraron eco en ella.
Las jóvenes colocaron pancartas en la barda del plantel escolar, cuyo portón principal estaba bloqueado con equipo de trabajo de construcción.
Ninguna autoridad se hizo presente, ni el director de esa escuela, ningún maestro o prefecto se acercó para atender a las jóvenes.
A pregunta expresa si buscarán acercamiento en día hábil, las jóvenes mencionaron que no es necesario, ya que el director está enterado de todo.
“A estas alturas ya todos saben lo que ha pasado, esta situación no es nueva, tiene generaciones ocurriendo y si estamos aquí es porque nunca se ha resuelto nada y decidimos no callar más”.
En entrevista, “Eva” quien encabezaba el movimiento, exhortó a las adolescentes, a las jóvenes y a las madres de familia a dar a conocer los abusos que sufren ellas o sus hijas en esta o en cualquier otra escuela y no callarse por miedo, pena, o por el qué dirán.
