Corte Suprema de EUA a juicio

Washington, D.C. – (Agencias) De nueva cuenta, la democracia en Estados Unidos choca con la concentración del poder conservador, en el ejercicio de los derechos y libertades. La Corte Suprema de los Estados Unidos ha sido puesta en el banquillo de los acusados, tras filtrarse el proyecto de sentencia que anula el derecho constitucional al aborto, de muchos años atrás, establecido en la sentencia del famoso caso Roe vs Wade.

De acuerdo con The Washington Post, los republicanos conservadores, han criticado desde hace mucho tiempo a los “jueces no elegidos”, en referencia a los ministros de ls Suprema Corte, cuyos fallos, dicen, privan a los votantes de decidir por si mismos que leyes deben regir en temas álgidos.

Ahora,, las duras criticas provienen de los demócratas desde que se conoció el proyecto de sentencia de la Suprema Corte. Los demócratas han aceptado ahora, según The Post, los argumentos anteriores de sus contrincantes políticos, cambiando el guión mientras expresan su frustración contra elementos del sistema democrático estadounidense que han empoderado a una minoría de los votantes del país, para elegir a los legisladores que han reformado exitosamente la Suprema Corte.

El juico

Los líderes demócratas del Congreso de lo Estados Unidos, Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, y Charles E. Schumer, de la Cámara de Senadores, denunciaron que la aparente mayoría conservadora detrás de la sentencia “no está siendo responsable ante el pueblo estadounidense”. Jamie B. Raskin, representante demócrata, fue más allá, los calificó como “elegidos por dedazo y manipulados por teócratas y autócratas”. La senadora Elizabeth Warren, identificada con el ala de izquierda de los demócratas, calificó al proyecto de sentencia como la culminación de un esfuerzo conservador para obtener una “mayoría en el tribunal que lograría algo que la mayoría de los estadounidenses ni quieren”.

La crítica de la izquierda, de que los fallos de la Corte no solo están equivocados, sino que también son señales de una podredumbre más profunda, se volverá un tema recurrente dado que la mayoría conservadora de los ministros durará un futuro previsible.  

Para los conservadores, todo les parece familiar. Un eco a sus persistentes demandas de que asuntos como el aborto se dejen en manos de los estados y a sus votantes decidir. “

Sin embargo, los demócratas dicen que esta vez es diferente. Dicen que se han visto empujados hacía una postura de mayor confrontación contra las ventajas estructurales que han creado un campo “de juego político desigual” y han ayudado a los republicanos a instalar una mayoría conservadora en la Corte que está fuera de sintonía “con la voluntad popular”.

También señalaron las practicas sucias de los republicanos que han roto con todas las reglas establecidas en las convenciones, como cuando impidieron al entonces presidente Barack Obama la oportunidad de asistir a las audiencias del Senado de uno de sus nominados para la Suprema Corte y, en cambio, cuando aceleraron la confirmación de una nominación del presidente Donald Trump solo unas semanas antes de las elecciones que perdió.

Para muchos de la izquierda, la combinación ha politizado la Corte, dejándolos sin otra opción que responder de la misma manera. Para Brian Fallon, director de Demand Justice, un grupo liberal que promueve la expansión de la Suprema Corte para superar la actual mayoría conservadora, “los presidentes desde Abe Lincoln hasta Teddy Roosevelt captaron la energía del público al postularse e hicieron campaña contra el poder de la Corte Suprema, y ​​los demócratas están adoptando lentamente ese papel”.

“La situación ha dado paso completamente a la política. La idea mítica de que la corte está por encima de la política es un fraude”, dijo.

Las ‘ventajas estructurales’ del sistema

Las ventajas estructurales, que los republicanos han disfrutado recientemente y que les otorgan un poder desproporcionado para su apoyo público, son el ancla en la ira de los demócratas. De las últimas nueve elecciones presidenciales, los demócratas han ganado el voto popular en siete de ellas, un periodo que abarca más de tres décadas, durante el cual se designaron todos los actuales ministros de la Suprema Corte.

Pero los republicanos ganaron cuatro de esas nueve elecciones en el Colegio Electoral, y han designado a seis de los nueve ministros de la Corte. Dos presidentes republicanos, George W. Busch y Donald Trump, que designaron a cinco jueces entre los dos, ganaron elecciones en las cuales recibieron menos votos populares totales que sus oponentes demócratas.

En el Senado, que es el órgano facultado para confirmar las nominaciones a la Suprema Corte, los republicanos han consolidado su poder por disposiciones constitucionales que otorgan a los estados el mismo número de senadores, independientemente del número de habitantes, Así, por ejemplo, Wyoming, con poco más de medio millón de habitantes, tiene la misma cantidad de senadores, dos, que California, que tiene casi 40 millones de habitantes.

Conforme el voto popular se ha vuelto más polarizado a lo largo de la división urbano-rural, los republicanos, que gobiernan estados mucho menos poblados, se han beneficiado, según The Washington Post. De acuerdo con el cálculo de Michael Ettlinger, director de la Escuela de Políticas Públicas Carsey de la Universidad de New Hampshire, los 50 senadores que tiene los republicanos recibieron 63 millones de votos, mientras que los 50 senadores demócratas actuales recibieron 87 millones de votos a favor.

Pero los demócratas ya lo sabían, de ahí su molestia. Donald Trump dijo explícitamente que nombraría a los ministros que revocarían el decreto de cinco décadas que otorga a la mujer el derecho al aborto, bajo la Enmienda 14 de la Constitución. Sin embargo, varios de los nominados insinuaron fuertemente durante sus comparecencias ante el Senado que estaban inclinado a dejar que el precedente se mantuviera, incluso si habían decidido por la Roe vs. Wade en casos enfrentados posteriormente. Pero si el borrador de la sentencia filtrado se hace efectivo, incluso algunos republicanos han señalado que se sentirían engañados.

“Si este borrador de opinión filtrado es la decisión final y este informe es preciso, sería completamente inconsistente con lo que dijeron los jueces Neil M. Gorsuch y Brett M. Kavanaugh en sus audiencias y en nuestras reuniones en mi oficina”, dijo la senadora Susan Collins, republicana por Maine. dijo en un comunicado el martes. Collins votó por ambos nominados. La senadora Lisa Murkowski (R-Alaska) dijo que el borrador de opinión, si es indicativo del eventual fallo de la corte, “afecta mi confianza en la Corte en este momento.