Londres, Inglaterra. – (Agencias) COVAX estaba destinado para asegurar el suministro equitativo y solidario para todo el mundo de la vacuna Covid-19,
En cambio, el suministro depende de la voluntad de los países ricos, según un informe de la Dra. Ann Danaiya Usher, publicado por la prestigiosa revista científica The Lancet.
Creada en abril de 2020, COVAX fue concebida como una idea “sin precedentes y ambiciosa” de crear un mecanismo global de adquisición y distribución vacunas Covid-19 a todos los países del mundo.
Fue calificado como “un esfuerzo global y heroico” que “trascendería los limites del ingenio humano” para asegurar que el desarrollo de la vacuna fuera lo más rápido posible, a “una velocidad, escala y acceso nunca antes visto en la historia de la humanidad”.
Según las primeras declaraciones, la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización (GAVI), “estaba decidida en su objetivo de garantizar un acceso equitativo a las vacunas Covid-19”.
Esta visión no se ha hecho realidad. Apenas el 2 de junio de 2021, en la cumbre sobre las promesas de contribución para COVAX, organizada por Japón, GAVI alcanzó lo 8.3 mil millones de dólares solicitados para la adquisición y entrega de vacunas para los 92 países de ingresos bajos y medianos (PMIC) elegibles.
Uno tras otro, lo oradores lamentaron la gran inequidad en el acceso a las vacunas. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, dijo a los asistentes que “hoy en día, diez países han administrado el 75% de todas las vacunas contra el COVID-19”.
“En los países pobres, los trabajadores de la salud y las personas con afecciones subyacentes no pueden acceder a ellas. Esto no solo es manifiestamente injusto, también es contraproducente», dijo el secretario.
«COVAX ha entregado más de 72 millones de dosis a 125 países. Pero eso es menos de los 172 millones que debería haber entregado a estas alturas».
De las 2.1 mil millones de dosis de vacuna Covid-19 aplicadas en el mundo, COVAX ha sido responsable del 4%.
Gavin Yamey de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, formó parte de un grupo de trabajo, convocado por GAVI a principios de 2020, para discutir el diseño de COVAX.
«Fue una idea hermosa, nacida de la solidaridad», dijo. «Desafortunadamente, no sucedió… Los países ricos se comportaron peor que en las peores pesadillas de alguien».
COVAX se apoya en dos columnas, una, los HIC´s, que pagarían sus vacunas, y otra, los 92 países PMIC, que recibirían sus vacunas con la ayuda de los donantes.
El Fondo seria el salvavidas para los países autofinanciados (de ingresos medios) que no habían llegado a algún acuerdo con los fabricantes de vacunas, explicó Seth Berkley, director ejecutivo de GAVI.
Sin embargo, el agoto de 2020, Estados Unidos ya había firmado siete acuerdos bilaterales con seis farmacéuticas por más de 800 millones de dosis, suficiente para vacunar al 140% de su población, de acuerdo con la plataforma Velocímetro de Lanzamiento y Escala de la Universidad de Duke.
En el caso de la Unión Europea, llegaron tarde y logró un acuerdo de 500 millones de dosis con dos farmacéuticas. Reino Unido logro cinco acuerdos que le dio el acceso a 270 millones de dosis, equivalente al 225% de su población.
Andrea Taylor, administrador del rastreador de vacunas Velocímetro, Lanzamiento y Escala, dijo en una publicación a principios de este año, que «COVAX se basó en un enfoque de todos para uno y uno para todos para derrotar la pandemia».
Y, agregó, que «esto habría llevado a los mejores resultados para todos y era nuestra mejor esperanza para poner fin a la pandemia rápidamente. Pero también sabemos por experiencia que el mundo realmente no funciona de esta manera».
