Lado B

Cuál fue la palabra científica del año 2020 que nos acompañará durante el 2021

Google, la RAE y otros organismos eligen las palabras más representativas del año

María Paula Moraes abraza hoy su padre Wanderley de 82 años, que vive en una residencia de ancianos en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), a través de una ""cortina de abrazos"", una alternativa válida para amenizar las medidas de distanciamiento social". EFE/Sebastião Moreira/Archivo
María Paula Moraes abraza hoy su padre Wanderley de 82 años, que vive en una residencia de ancianos en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), a través de una «»cortina de abrazos»», una alternativa válida para amenizar las medidas de distanciamiento social». EFE/Sebastião Moreira/Archivo

No debería sorprendernos que fueran precisamente los lingüistas de la Gesellschaft für deutsche Sprache, una especie de RAE alemana, quienes en 1971 inventaran la tradición de culminar el año eligiendo una palabra que lo represente. Al fin y al cabo, fue también Wilhelm von Humboldt, lingüista alemán, uno de los primeros en reparar en el delicado vínculo que une pensamiento y lenguaje. “Si el espíritu de una época se refleja en sus palabras, bien merece la pena rastrearlas”, sugirieron en una sofisticada investigación Cristina Vela Delfa y María Ángeles Sastre Ruano, ambas profesoras del Departamento de Lengua Española en la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de la Universidad de Valladolid

Veinte años más tarde, The American Dialect Society se lanzó a la caza de la palabra del año para la lengua inglesa. Y no hubo que esperar mucho para que otras instituciones lingüísticas anglosajonas se sumaran a esta tendencia. Así, varios diccionarios, como el Merriam-Webster, el Collins English Dictionary, el Oxford English Dictionary o el Cambridge Dictionary, entre otros, eligen cada año su palabra. Hoy en día, en plena globalización, casi no hay lengua que se escape de esta costumbre. También el japonés lleva desde el año 1995 seleccionando su Kanji del año.

Imagen de archivo ilustrativa de la palabra "COVID-19" reflejada en una gota en la aguja de una jeringa, tomada el 9 de noviembre, 2020. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración/ArchivoImagen de archivo ilustrativa de la palabra «COVID-19» reflejada en una gota en la aguja de una jeringa, tomada el 9 de noviembre, 2020. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración/Archivo

Una término para representarnos a todos

A diferencia de lo que sucede con el inglés (donde hay palabras del año del inglés británico, australiano o norteamericano, por separado), la fraternidad con la que los hispanohablantes vivimos nuestra lengua común permite que una única palabra nos represente a todos. A buen seguro que esta misma mañana ya se habrán hecho eco de la noticia de la palabra ganadora los medios de comunicación hispanoamericanos y que la comunidad hispanohablante del otro lado del Atlántico desayunará (literalmente) con ella.

Pero, ¿cómo se convierte una palabra en palabra del año? Mediante un reñido proceso que comprende dos fases. En la primera se elige una serie de doce términos candidatos, que son etiquetados como “finalistas”. En la segunda, se escoge la palabra ganadora. Siete u ocho días de intenso debate en redes sociales, medios de comunicación y charlas de ascensor separan estos dos momentos.

El glosario de los términos científicos 2020 (Composición: Rocío Klipphan)El glosario de los términos científicos 2020 (Composición: Rocío Klipphan)

Ocho años de palabras del año

Nos vienen a decir que estos años han estado marcados por la situación económica (emprender, austericidio, copago, quita, ere, impago, bitcoin, arancel, desglobalización); por internet, las redes sociales y la informática (autofoto, wasapear, meme, apli, nomofobia, clictivismo, me gusta, trolear, ningufonear, youtubero, emoji, influente, un tiktok); por la tecnología (videoarbitraje, VAR, dron, electromovilidad); por el deporte (cholismo, árbitra, sextuplete, videoarbitraje, VAR, superdesempate) y por la ciencia (bosón, superluna, papilomavirus, superbacteria, DANA, COVID-19, ébola, coronavirus).

Coronavirus, infodemia, resiliencia, confinamiento, COVID-19, teletrabajo, conspiranoia, un tiktok, estatuafobia, pandemia, sanitarios y vacuna, fueron las palabras más escuchadas durante 2020 (REUTERS/Ivan Alvarado)Coronavirus, infodemia, resiliencia, confinamiento, COVID-19, teletrabajo, conspiranoia, un tiktok, estatuafobia, pandemia, sanitarios y vacuna, fueron las palabras más escuchadas durante 2020 (REUTERS/Ivan Alvarado)

La magia detrás de las bambalinas

La lista de la Fundéu permite conocer los derroteros por los que camina la formación de palabras nuevas (neologismos). Al español actual le gusta acortar palabras para después combinarlas, lo que produce reacciones realmente sorprendentes:

-Clictivismo / clic + víctima + -ismo

-Gastroneta / gastronomía + furgoneta

-Abstenciocracia / abstención + democracia

-Ningufonear / ningunear + telefonear

Le encanta también mezclar y recombinar sufijos y prefijos hasta generar cambios de imagen sorprendentes: aprendibilidad, austericidio, autofoto, expapa, cuñadismo, posverdad, descarbonizar, neonegacionismo, micromachismo, microplástico, sobreturismo, seriéfilo, teletrabajo, videoarbitraje, poliamor, electromovilidad, superbacteria, superdesempate, estatuafobia.

Las palabras del año, desde 2013 a 2020Las palabras del año, desde 2013 a 2020

La lista de la FundéuRAE también nos da pistas sobre los retos a los que se ve sometida la lengua día tras día, como las dudas que suscita el género de algunas palabras: ¿árbitra o albañila para designar a las mujeres que arbitran o que tienen por oficio la albañilería?, ¿selfi como nombre ambiguo en cuanto al género?; cómo se usan las siglas, que no tienen plural y se escriben completamente en mayúsculas (VAR, DANA, COVID-19). Y los problemas que entrañan palabras como “ere”, que supone la conversión de una sigla en acrónimo: estas palabras se comportan como sustantivos que varían en género y número y deben escribirse enteramente en minúscula.

Pone también frente al reto de la precisión léxica. Así, un refugiado es quien se ve obligado a buscar sitio fuera de su país como consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas. O nos coloca ante la conquista de nuevas realidades: populismo ha ampliado su significado y ha adquirido también una connotación negativa.

La elegida este año fue confinamiento. Una palabra que, según la FundéuRAE, lo ha cambiado todo y ha cambiado a todos, que ha modificado la forma de relacionarnos, la rutina, la forma de trabajar, el modo de dar las gracias y cómo cuidar a los demás.