CulturaLado B

¿Cuánta tierra necesita un hombre?, por Tolstói 11

Pajom se sorprendió.
—En un día entero se puede recorrer mucha tierra —dijo.
El jefe se echó a reír.
—¡Toda será tuy a! —dijo el jefe—. Pero con una condición: si antes del
anochecer no has vuelto al punto de partida, perderás el dinero.
—¿Y cómo vamos a marcar los lugares por los que pase? —preguntó Pajom.
—Nos colocaremos en el lugar de partida y nos quedaremos allí, mientras tú
vas y vuelves. Llevarás un azadón para hacer señales donde sea necesario; harás
un agujero en cada extremo y dejarás al lado un montón de hierba; más tarde
nosotros pasaremos con el arado de un agujero a otro. Puedes hacer el recorrido
que quieras, pero debes regresar al punto de partida antes de que se ponga el sol.
Todo el terreno que logres abarcar será tuyo.
Pajom se puso muy contento. Decidieron empezar por la mañana temprano.
Estuvieron hablando un rato, tomaron más kumis, comieron un poco de cordero y
volvieron a beber té. Cuando se hizo de noche, los bashkirios ofrecieron a Pajom
un lecho de plumas y se separaron. Prometieron reunirse al amanecer, para
llegar al lugar señalado antes de la salida del sol.