Internacional

De manera cardiaca, aprueban reforma laboral de Sánchez

Diputado de derecha y un doble anuncio de la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso

Madrid, España. – (Agencias) Las cuentas no podían estar más cerradas, 175 a 174 a favor de la reforma laboral del gobierno socialista de Pedro Sánchez. El final fue cardiaco. Los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Sergio Sayas y Carlos Adanero, cuyo voto era primordial en las aspiraciones de Sánchez y además acordado con la dirigencia de su partido, decidieron rebelarse al último momento y votaron en contra.

De acuerdo con las cuentas, tal y como acordó la dirección del partido con Javier Esparza al frente, los diputados habían asegurado que votarían a favor aunque no estuvieran de acuerdo. Sin embargo, su arrepentida de último momento iba a tumbar la reforma laboral. Pero un error del diputado del Partido Popular, de derecha, Alberto Casero, terminó siendo el salvador de la ley estrella de Yolanda Díaz.

Alberto Casero, el diputado del PP que ha votado sin querer la reforma de  Díaz
Alberto Casero

A mediodía, se sentía que no habría problemas y la reforma laboral pasaría. Sayas llegó al pleno declarando que “no compartía la decisión” de Esparza y sin el mínimo recato, dijo que esto era una imposición desde Pamplona. Dijo que los votantes no comprenderían su posición pero, aclaró, cumpliría con el compromiso del voto a favor. Adanero se sumó a la crítica, pero ambos quedaron en acatar. Los números daban.

Los cercanos al entorno de los dos diputados dijeron al El Periódico de España, que no han formado parte de la negociación y que el sentido del voto es una orden de la cupular del partido. Pero en el caso de Sayas, el conflicto es más grande. Él se enfrentó a Esparza en las primarias para la dirigir al partido.

Esparza, el actual dirigente refrendo en 2020 su triunfo sobre Sayas, con el 58% de los votos contra el 41% del diputado. Sayas evitó confirmar si rompería con la orden del voto, aunque en su entorno decían que era muy difícil no seguir con la directriz establecida.

La dirección de UPN exige a Sergio Sayas y Carlos García Adanero que  entreguen su acta de diputado
Carlos Adanero (i) y Sergio Sayas (d)

El gobierno del socialista Pedro Sánchez, tuvo que sufrir para asegurar cada voto, especialmente por la insistencia de la ministra del ramo, la vicepresidenta Yolanda Díaz, que era partidaria de apurar para asegurar el voto de los socios habituales del Ejecutivo.

En diciembre, el diario español El Periódico, informaba que Ciudadanos (Cx) había abierto una vía alternativa para apoyar la reforma labora siempre y cuando no se alterara lo pactado con los agentes sociales (empresarios y sindicatos). De algún manera, el partido naranja buscaba salvaguardar los acuerdos con los sindicatos, especialmente con la Confederación Española de Organizaciones, una organización empresarial.

En esa frecuencia no podía estar Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Si los republicanos catalanes entraban al acuerdo, Inés Arrimadas revisaría la orientación de su voto. En la mañana, se hizo evidente la satisfacción de la dirigente de Cx cuando al llegar al patio del Congreso iba acompañada con todos sus diputados con mostrándose “muy contentos”.

El Gobierno saca adelante la reforma laboral con Cs
Inés Arrimadas

A los nueve diputados naranjas se sumaron los del Partido Demócrata Catalán (PDECat), dando más tranquilidad al gobierno. También lo hizo el UPN, Más País, Compromis, Teruel Existe, Coalición Canaria, Nueva Canaria y el PRC, que sumaban los 175 votos, justo lo que se necesitaba.

Pero faltaba un final cardiaco. La presidenta Maritxell Batet, al final de la votación, anunció: “Queda derogada el real decreto ley”. Los gritos de jubilo de la derecha española estallaron. El rostro de Pedro Sánchez no podía ocultar el enfado. Suceden momentos de zozobra. Cruza palabras con sus vicepresidentas Yolanda Díaz y Nadia Calviño, hace una señal de calma con las manos.

Se da cuenta de que Batet ha trasladado mal el resultado de la votación. Se habían computado 166 votos a favor y nueve telemáticos (o sea, 175), por 169 en contra y cinco emitidos telemáticamente (174 en total) y ninguna abstención.

Batet vuelve a tomar el micrófono y corrige: «Señorías, los servicios de la Cámara me informan de que queda convalidado el decreto ley». El jubilo cambia de bando. Ahora es la izquierda. El gobierno socialista y sus diputados del PSOE y de Unidas Podemos, se levantan de sus escaños. Han ganado de milagro. La reforma laboral ha quedada convalidada.