De pena ajena la Fiscalía de Coahuila.
La semana pasada el titular que predominó en todos los periódicos de Saltillo fue: Fallece agente de la Fiscalía, herido en operativo.
Supuestamente hubo un ataque en la colonia Arcos de Belén, cuando el agente estatal Jesús Enrique Galván Padilla, de 28 años de edad, recibió dos disparos, lo que requirió que sus compañeros lo trasladaran a las instalaciones del ISSSTE, luego al Hospital Christus Muguerza de Saltillo, donde finalmente perdió la vida.
Todos asumimos que continúa el estado la lucha contra los distribuidores de la droga llamada “cristal” en Coahuila, y que eso había costado la vida de un gran elemento policíaco.
Apenas la Fiscalía terminó de hacer un homenaje luctuoso, cuando se filtró la información de que ese día el agente no estaba en operativo, el fallecido estaba en su periodo de descanso, visitando amigos y, como los hechos lo demuestran, metiéndose en problemas muy serios.
Al estar herido, el hombre llamo a sus compañeros que estaban en servicio y acudieron a brindarle auxilio, ya después viene toda la historia que conocemos.
¿Qué pasa con la Fiscalía? ¿Cómo es posible que no determinen la situación exacta de los hechos? ¿Cómo podemos confiar en una dependencia que le miente al mismo fiscal Gerardo Márquez Guevara, que a su vez hace ver desinformado al gobernador Miguel Riquelme?
Con este horror de error, Márquez Guevara debe aceptar que le urge radicar en Saltillo, y sentarse en una oficina para llevar las riendas de su dependencia para que no le haga un homenaje luctuoso a un elemento que murió por causas ajenas a su labor.
