Internacional

Decenas de iraquíes heridos en protestas contra el gobierno

Al menos 86 personas resultaron heridas el sábado, aproximadamente la mitad de ellas miembros de las fuerzas de seguridad, y 38 manifestantes que fueron alcanzados por balas de goma

Bagdad, Irak. – (Agencias) Cientos de iraquís han vuelto a la plaza Tahrir en Bagdad, para celebrar el aniversario de los disturbios antigubernamentales de 2019, pero fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad que dispararon gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud que lanzaban piedras, en enfrentamientos que dejaron a decenas de personas heridas.

Al menos 86 personas resultaron heridas el sábado, aproximadamente la mitad de ellas miembros de las fuerzas de seguridad, y 38 manifestantes que fueron alcanzados por balas de goma. “Elementos infiltrados” estaban atacando a las fuerzas de seguridad con cócteles molotov y rifles de caza, dijo el ejército iraquí.

El personal de seguridad había desplegado puntos de control en toda la ciudad, cerrado puentes y plazas, y levantado muros en algunos de los puentes que conducen a la famosa Zona Verde fortificada, que alberga la sede del gobierno y las embajadas extranjeras.

Mientas coreaban “¡Queremos derrocar al gobierno!”, los manifestantes ondeaban banderas iraquís “Participamos en las protestas pacíficas de hoy porque queremos que se cumplan nuestras demandas… queremos seguridad, trabajo y nuestros simples derechos… no estamos aquí para pelear o derramar sangre”, dijo Laith, un joven manifestante de Bagdad.

Un reportero de Reuters, a unos metros de distancia, fue testigo de cómo las fuerzas de seguridad disparaban contra la multitud gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, mientras intentaban derribar un muro que bloqueaba el Puente de la Republica que cruza el río Tigris hacia la Zona Verde.

Las protestas también estallaron en las provincias del sur. En la ciudad de Nasiriya, cientos de manifestantes se reunieron en la céntrica plaza Haboubi y muchos marcharon al edificio provincial donde arrojaron piedras y cócteles molotov. En Diwaniya y Basora, los manifestantes se reunieron frente al edificio del gobierno provincial y quemaron neumáticos.

Las manifestaciones celebraban las protestas de 2019 contra el entonces gobierno del primer ministro Adil Abdul-Mahdi, y demandaban la caída del sistema político al que consideraban profundamente corrupto que mantenía a la mayoría de los iraquíes en la pobreza. Más de 560 personas murieron, en su mayoría manifestantes desarmados, pero también miembros de las fuerzas de seguridad que se encontraron en el fuego cruzado entre las fuerzas de seguridad iraquíes y hombres armados no identificados.

Mahdi renunció bajo la presión de las protestas, siendo el poderoso clérigo musulmán chiíta Moqtada al-Sadr el mayor ganador en las elecciones de octubre pasado. En junio, Sadr retiró a todos sus legisladores, casi una cuarta parte del parlamento, y recurrió a provocar protestas callejeras después de que su movimiento no lograra formar un gobierno, lo que provocó algunos de los peores enfrentamientos que el país ha visto en años.

Moqtada al-Sadr

“Ni este gobierno ni el anterior. Estamos en contra del sistema político en su totalidad. Queremos un cambio drástico. Es suficiente”, dijo el jornalero Yasser.

La reunión del sábado generó temores de más disturbios y tensión entre los políticos hambrientos de poder que podrían retrasar aún más la formación de un gobierno después de que Sadr dejara la política a fines de agosto.

Cuatro cohetes cayeron en la Zona Verde el miércoles durante un cierre parcial mientras el parlamento se reunía, hiriendo a siete miembros del personal de seguridad, y otros cuatro cohetes disparados desde el este de Bagdad cayeron alrededor de la zona el jueves.