Durante estos días, hemos presentado una serie de altares de muertos instalados en diferentes puntos de la ciudad, dedicados a diversas personas que ya no están en este mundo terrenal. Sin embargo, hay uno que sorprende especialmente: en un restaurante ubicado en el centro de Saltillo, en la intersección de las calles General Cepeda y Juárez, se erige un altar dedicado no a una sola persona, sino a 300 víctimas de feminicidio en México.
Aunque la mayoría de los altares se retirarán en unas pocas horas o días, este permanecerá en la pared durante más tiempo. Los creadores consideran que el hecho de que existan estas muertes en México es algo que no debe ser recordado solo unos días, sino para siempre.
El altar está compuesto por 300 mini cráneos de color negro, cada uno con el nombre de una mujer que ha perdido la vida en circunstancias trágicas, muchas de las cuales siguen sin resolverse. Es un poderoso recordatorio de las 300 muertes por feminicidio en México.