*Se le conoce como el “diputado gandalla” desde que anticipó con argucias su vacunación contra COVID-19.
Hace aproximadamente un año, el diputado local en Coahuila por Morena, Francisco Javier Cortés, se vacunó anticipadamente contra el COVID-19, justificándose al señalar que estaba en la lista de los trabajadores del ISSSTE, además de ser elemento de alto riesgo.
Pero no consideró que ya era legislador, y se “brincó” la fila para inmunizarse antes que su grupo poblacional.
Desde entonces se le dio el mote de “diputado gandalla”.
Francisco Cortés ahora está inmerso en un nuevo escándalo, pues reconoció que pesa sobre él una denuncia por acoso sexual y laboral, interpuesta por Melba Farías, compañera de partido y representante de la “Cuarta Transformación” en la entidad.
Esta mujer ya estuvo en el ojo del huracán luego de que fue exhibida por pedir “moche” a su suplente para dejarla asumir el cargo.
La diputada federal de Morena, Melba Farías, en su momento pidió licencia para buscar la candidatura a una alcaldía y después su reelección.
En esa fecha se hizo público el hostigamiento del cual fue víctima su suplente, del Partido del Trabajo, Angélica Ledezma, a quien, según la afectada, le exigían pagar parte de las prerrogativas de los meses que estuvo Melba Farías fuera de la curul.
Incluso la mencionada ha declarado públicamente que días antes de tomar protesta como suplente como diputada federal, Melba Farías quiso hacerle pasar por muerta para no perder sus beneficios, pero ella se presentó para hacer valer su derecho como legisladora suplente.
Este tipo de escándalos dejan mal parados a los representantes de la “4T” en Coahuila, quienes “buscan” la trasformación y simpatía de la ciudadanía así, denunciándose, atacándose y desprestigiándose entre ellos.
