Kamloops, Canadá. – (Agencias) Un macabro hallazgo en los terrenos de una escuela-internado de Kamloops en la Columbia Británica. Los restos de 215 niños indígenas, algunos de tan solo 3 años, fueron descubiertos en uno de los capítulos más sombríos de la historia canadiense, según escribe The Washington Post.
Rosanne Casimir, jefa del Tk’emlúps te Secwépemc, dijo el jueves por la noche en un comunicado que “la cruda verdad de los hallazgos” fue desenterrada el fin de semana por un especialista en georradares que escudriñaba los restos de la que fue la escuela internado India Kamloops.

«Teníamos un conocimiento en nuestra comunidad que pudimos verificar», dijo Casimir. «Que sepamos, estos niños desaparecidos son muertes indocumentadas».
Dijo que es posible que se descubran más restos. La Nación De Los Primeros Pueblos espera tener las conclusiones para mediados del próximo mes de julio.
Perry Bellegarde, el jefe nacional de la Asamblea de los Primeros Pueblos, dijo en Twitter que «si bien no es nuevo encontrar tumbas en antiguas escuelas internados en Canadá, siempre es aplastante tener las heridas de ese capítulo expuestas».

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró: “el descubrimiento de los restos me rompe el corazón».
«Es un doloroso recordatorio de ese capítulo oscuro y vergonzoso de la historia de nuestro país», tuiteó Trudeau. «Estoy pensando en todos los afectados por esta angustiosa noticia».

De 1883 a 1996, casi 150,000 niños indígenas fueron separados de sus familias, a menudo por la fuerza, y enviados a las escuelas internados administradas por la iglesia y financiadas por el gobierno en un intento de reeducarlos.
Allí, muchos sufrieron abandono y abusos físicos y sexuales. Se prohibía hablar lenguas indígenas y practicar sus tradiciones.
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Para muchos, las escuelas han dejado cicatrices y traumas duraderos que se han transmitido de una generación a la siguiente.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó en su informe de 2015 que lo que sucedió en las escuelas constituyó un «genocidio cultural».

De acuerdo con la Comisión al menos 3,200 estudiantes murieron en las escuelas en ese tiempo, una tasa superior por mucho con cualquier grupo de estudiantes en otras parte del país.
Aunque reconoció que la cifra es mucho mayor y merece una investigación. Desde entonces la cifra ha crecido a 4,100 niños.

Los estudiantes de las escuelas internados a menudo morían de enfermedades como la tuberculosis, que se propagaba rápidamente en viviendas hacinadas e insalubres y porque los niños a menudo estaban desnutridos.
Otros murieron por suicidio, en incendios, en accidentes mientras soportaba trabajos forzados o por congelación hasta la muerte mientras intentaba escapar.