Opinión

DÍA DE LA EDUCADORA Y DEL EDUCADOR.

Dirían las niñas y los niños del mundo que el paraíso si existe y que está aquí en la tierra. Que el destino permite vivir en él durante tres años, si, me refiero al nivel de educación preescolar, “ el kinel “, como le dicen los niños, quienes muchos de ellos aun no saben articular las palabras de manera convencional, pero que más da si lo saben articular o no , si logran lo más importante que debe hacer un ser humano : son felices.

¿Cómo no ser feliz cuando te permiten ser lo que eres, niño o niña?

El nivel de educación preescolar es fundamental para el desarrollo emocional e intelectual de las niñas y de los niños. Es un claro ejemplo de que la formación intelectual, motriz y emocional no tienen porqué segmentarse, se pueden trabajar al unísono , de manera integral con pedagogías pertinente sustentadas en la escuela crítica.

En una sesión de trabajo en preescolar,  con una actividad lúdica, donde el alumno cree que sólo está jugando , donde incluso muchos padres creen  que efectivamente sus hijos nada más están jugando , sin embargo, la real esencia de tal actividad planeada , es que el alumnado está construyendo aprendizajes significativos, los cuales se convertirán en las bases fundamentales para el éxito cuando lleguen a la primaria y para seguir caminando por la vida con paso firme  y seguro.

Trabajar en preescolar la seriación , clasificación y conservación de la cantidad, permitirán al alumno desarrollar nociones para que en su momento logre  comprender el sistema decimal de numeración. Algún día , cuando curse  segundo grado en escuela primaria y ubique que el número se representa así: 503, sabrá que el cero precisa que no hay ninguna decena en esa posición ( valor posicional de la cantidad). Este aprendizaje, como tantos más , tendrá sus bases necesariamente en las acciones lúdicas desarrolladas en preescolar.

A las educadoras y educadores, les deseo muchas felicidades en su día. Aunque aveces con problemas del mundo  ordinario acuden a sus jardines de niños, dejan los problemas en la entrada del kínder para recogerlos en la hora de salida, pues para ustedes, primero y antes que nada, saben qué hay que arrancar el día con una sonrisa en los alumnos para así continuar y así concluir la sesión.

Cuando los alumnos dibujan a su papá o una manzana y ustedes les dicen fantástico!!, te quedó excelente, muy bonito!!, reafirman su autoestima, seguridad, confianza y sobre todo, logran eso que no se compra en ninguna tienda del mundo : su felicidad.

Con ese dibujo salen corriendo del kínder para mostrarlo a sus padres , para enseñarles con sublime orgullo su trofeo de vida, lo más preciado, lo más fantástico, eso que su maestra o maestro les dijo que estaba muy bonito…

En la paraíso en la tierra está garantizado, al menos por tres años.

Felicidades a la Maestra y Directora de mi hija Alondra y a todas las educadoras y educadores de Coahuila y de México.
Dejemos que los niños y las niñas disfruten su infancia felizmente, que no dejen de soñar.  Si la vida es corta, la infancia  lo es aún más, es tan breve como un suspiro.