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Discrimina bar a cliente; otros se indignan y se marchan

Esta noche del 4 de septiembre miles de personas salen a divertirse en Saltillo, Coahuila, donde al parecer no hay restricciones de seguridad en horarios por parte de las autoridades por motivo del COVID-19.

Pareciera que todos tienen el derecho de poder tomar unas cervezas y pasar un rato agradable en cualquier bar o restaurante de su preferencia.

Sin embargo, un hecho lamentable se registró en uno de los puntos de reunión más conocidos de la ciudad, el bar Sayulita, ubicado hacia el norte, sobre el bulevar Venustiano Carranza.

Prácticamente en el punto de reunión más concurrido por los establecimientos que existen en el área.

Los hechos se registraron cuando una persona de las que cuidan los vehículos de manera voluntaria, y no son empleados de ningún bar de distintas plazas comerciales donde se encuentran establecimientos de restaurantes y bares, decidió después de juntar su propio dinero, el cual se ganó lavando automóviles y cuidándolos, subir a uno de los bares, específicamente el bar Sayulita.

Ahí pidió unas cervezas para disfrutarlas en reunión con otras personas que lo acompañaban.

Pese a que en la entrada no se le mencionó que no podía ingresar ni consumir sus productos, incluso después de que hubiese pedido lo que consumiría, la persona fue arribada por uno de los meseros del sitio y un gerente, para pedirle que se retirara debido a su aspecto.

Esto molestó a los demás comensales quienes reclamaron el hecho por ser un acto de discriminación hacia esta persona, que tenía el mismo derecho de consumir y que a nadie le molestaba, según mencionaron.


Después de unos minutos de discusión, por dignidad el hombre se retiró del lugar señalando que lo que habían realizado en su contra era totalmente inaceptable, que no haría nada al respecto y que, sin embargo, dejaban mucho qué decir de lugar.

Al marcharse del restaurante, varios clientes hicieron lo mismo.