Este día es un día muy especial para todos los Cristianos Católicos Bautizados, ya que, por un lado, es la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en donde fue recibido, poniendo en su camino, mantos ramos y palmas, gritando al unísono: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!; también es el inicio de la Semana Santa y con ello reflexionar en la preparación espiritual que hemos tenido y trabajado a lo largo de esta semanas que anteceden a este tiempo; y por otro, es el momento y la oportunidad que debemos aprovechar, como cristianos, para proclamar con nuestra boca y nuestros labios a Jesús como nuestro Señor, Rey y Centro de nuestras vidas.
Recordemos: Cristo murió por nosotros atrevámonos a vivir por Él.
