La piel del cuello y del escote es considerada parte del rostro por los especialistas de la dermis, una muestra de ello es el inevitable paso del tiempo y los signos de desatención de estas áreas que dejan al descubierto toda la desatención.
Darle el mismo cuidado que a la cara es la recomendación de muchos esteticistas y dermatólogos, quienes aconsejan la aplicación regular de protector solar desde temprana edad, así como una buena hidratación que le permita a tus órganos el correcto desempeño y producción de colágeno.
Extender los productos de belleza hasta el escote es una de las claves para no pagar una factura muy cara sobre nuestra piel a una edad más avanzada ¡Cuídate! Sin la protección solar debidamente aplicada, se notará la pigmentación desigual, así como transformar en una especie de pergamino frágil y más propenso a sufrir de impurezas.
Al aplicar productos para la hidratación profunda como por ejemplo, el sérum, la técnica de masaje ascendente conocida como “de remonte” hace que la efectividad para reducir los cambios cutáneos en el cuello se duplique y se reduzca al mínimo la apariencia poco tonificada del músculo platisma que inicia en la barbilla y termina en la clavícula.
Es importante complementar un buen tratamiento de belleza aplicado de forma adecuada con una rutina de ejercicios como el yoga de forma regular, actividad que le permiten al cuello y al escote mantener su tonicidad. La forma de vestir y algunas técnicas de corrección en consulta como los peelings superficiales o la radiofrecuencia pueden ser otras soluciones.
