Las recientes lluvias en la ciudad de Saltillo y la región provocaron escurrimientos desde la Sierra de Sapalinamé hacia los pozos que alimentan los mantos acuíferos.
La gran cantidad de agua arrastró algo de arena, lo que cambió el color del agua potable. Ante esta situación, Aguas de Saltillo informa que ya están trabajando en el tema.
Sin embargo, es importante aclarar que esta agua sigue siendo potable y no debería afectar la salud de quienes la consuman, a pesar del color alterado por la arena en algunos pozos.
Según estudios realizados, el cloro presente en el agua asegura que ninguna bacteria pueda sobrevivir en ella.
Actualmente, se está llevando a cabo la limpieza de los pozos afectados, pero lo más importante es mantener una vigilancia constante en el sistema de agua potable de Saltillo para garantizar que esta situación no impacte la distribución del agua potable.