Londres, Inglaterra. – (Agencias) Después de que el líder opositor laborista, Keir Starmer, fuera atacado por manifestantes de extrema derecha antivacunas acusándolo de proteger al pedófilo Jimmy Savile, lo que obligó a la intervención de la policía para garantizar su seguridad, parlamentarios de todos lados han acusado al primer ministro del Reino Unidos, Boris Johnson, de ser el culpable.
Johnson había provocado un rechazo generalizado al acusar, en el debate de la Cámara de los Comunes, a Starmer de proteger a Savile cuando fue director de la Acusación Pública (Ministerio Público). Los comentarios fueron fuertemente criticados por dos exjefes conservadores y la renuncia de una de sus asistentes de mucho tiempo.
El lunes, Starmer y el secretario de Asuntos Exteriores en la sombra, David Lammy, fueron rodeados agresivamente por manifestante de extrema derecha antivacunas que les gritaban “¡Traidores!” y “¡Jimmy Savile!”, lo que obligó a la policía a protegerlos y a meterlos a una patrulla. Un testimonio de uno de los testigos presenciales, dijo que uno de los manifestantes que se le acercaba agresivamente llevaba una soga de ahorcado, mientras que otro manifestante gritaba que era par Starmer.
Lammy publicó en su cuenta de Twitter que “no fue una sorpresa que matones teóricos de conspiración que nos acosaron a Starmer y a mí, escuchar los insultos que escuchamos de Boris Johnson la semana pasada en el buzón de despacho (debate en la Cámara de los Comunes). La intimidación, el acoso y la mentira no tienen cabida en nuestra democracia. Y nunca me impedirán hacer mi trabajo”.
El expresidente de debates (jefe de látigo) Julian Smith, se sumó a un grupo de al menos 7 “torys” o conservadores que criticaron a Johnson cuando calificaron el ataque como algo “espantoso”. “Es realmente importante para nuestra democracia y para su seguridad, que los falsos insultos sobre Savile que hizo contra él se retiren por completo”, escribió en su cuenta de Twitter.
Sir Roger Gale, Anthony Mangnall y Tobias Ellwood, parlamentarios conservadores que han enviado cartas de censura a Johnson, también han pedido disculpas, así como el exaliado de Johnson, Stephen Hammond, quien ha expresado sus preocupaciones sobre el primer ministro.
El diputado conservador Rob Largan también dijo que era hora de calmar la situación. “Las palabras importan. Lo que decimos y cómo lo decimos resuena mucho más allá del parlamento. Puede tener graves consecuencias en el mundo real. Los representantes electos tienen la responsabilidad de bajar la temperatura del debate, no echarle leña al fuego”.
Por su parte, Boris Johnson ha dicho que el comportamiento “dirigido al líder de la oposición esta noche es absolutamente vergonzoso”, pero nunca se refirió a sus comentarios contra Starmer. “Todas las formas de acoso a nuestros representantes electos son completamente inaceptables. Agradezco a la policía por responder rápidamente”, dijo.
Aunque Starmer resultó ileso y fue escoltado a su oficina en minutos, los portavoces del Partido laboristas se encontraban furiosos. Uno de ellos, dijo que “Boris Johnson y su gabinete optaron por acostarse con los perros, y ahora todos están cubiertos de pulgas”.
Las acusaciones lanzadas por Boris Johnson en pleno debate de encubrimiento de un pederasta al líder laborista, provocó que varios parlamentarios conservadores enviaran cartas de censura para el primer ministro. Este procedimiento requiere 54 cartas de censuras para que se deponga a Johnson.
Durante un intercambio en la Cámara de los Comunes el lunes pasado, Johnson dijo que Starmer era “un ex director de la Acusación Pública, que pasaba más tiempo procesando a periodistas y no procesando a Jimmy Savile”. Starmer no lo tomó personal, pero se disculpó por las fallas institucionales después de revelarse el abuso de Savile.
Una de las asistentes principales, de mucho tiempo, de Johnson, que encabezó la unidad de política del No. 10 de Downing Street, residencia oficial del gobierno, renunció el jueves pasado después de insistir al primer ministro de disculparse por sus comentarios. También miembros del gabinete han tomado distancia de esos comentarios.
El canciller Rishi Sunak, el hombre que suena para sustituir a Johnson, dijo durante una conferencia de prensa nacional: “Yo no lo hubiera dicho”.
