Catania, Italia. – (Agencias) El volcán siciliano entró en una nueva actividad lanzando una columna de humo y cenizas con una lluvia de tierra y lapilli, pequeños trozos de lava, sobre las ciudades cercanas.
El Etna volvió a despertarse por séptima ocasión en menos de dos semanas, tras casi cuatro días de aparente calma.
La nueva erupción se produce del cráter sureste, que poco después de las 7:30 horas del 28 de febrero ha intensificado su actividad estromboliana, según los informes del Osservatorio Etneo de Catania INGV.
En particular, la actividad se concentró en dos bocas, con fuentes de lava de hasta 300 metros que han provocado su desbordamiento dirigido hacia el Valle del Bove, según ha reportado el diario ruso Sputnik.
La erupción duró unas dos horas. A diferencia de las erupciones anteriores, que tuvieron lugar al atardecer o por la noche, esta vez, el Etna no dio ningún espectáculo.
Su actividad fue en plena luz del día los que no permitió admirar el espectáculo de fuego en los momentos de mayor flujo, pero los rugidos fueron claramente sentidos por la población local.
Una densa lluvia de ceniza
La actividad estromboliana produjo una gigantesca columna de humo empujada hacia el este por el viento.
La nube negra de ceniza y lapilli, trozos de lava de hasta de seis centímetros, oscureció el cielo dando lugar a una lluvia de tierra y piedras que cubrió los centros del Etna, en el lado oriental del volcán.
La lluvia de lapilli alcanzó a los pueblos de la costa jónica-etnea.
