Internacional

El giro final del caso del empresario de Riverside en Chicago

Blanco de un complot para secuestrarlo, torturarlo y desmembrarlo

Chicago, Illinois. – (Agencias) Para el empresario Steven Campbell, siempre lo sorprendió lo cerca que estuvo de desaparecer de este mundo, simplemente sin dejar rastro.

Riverside businessman Steven Campbell, who died in February 2021, at 71, shown at a Fourth of July barbecue in 2018.
Steven Campbell

Hace siete años, el magnate inmobiliario se presentó como testigo en el juicio contra Steve Mandell, un expolicía y sicario, involucrado con la mafia, que planeó secuestrarlo, asesinarlo y desmembrarlo, todo por robarle sus propiedades.

El aspirante a asesino fue detenido por el FBI, frustrando el asesinato, y recibió una condena de cadena perpetua.

Campbell continuó su vida, hasta el mes pasado cuando fue encontrado en su casa muerto por causas naturales. Quizá el hecho no hubiera pasado más allá de una esquela, pero no, la historia no terminó ahí.

En un último giro de la historia, el hombre que había llamado a la policía para que revisaran a Campbell ese día y más tarde ayudó a sacar el cadáver, no fue otro que George Michael.

Michael fue el informante del FBI cuya intrépida y oportuna cooperación ayudó a salvar a Campbell del complot de asesinarlo.

Resulta que, en los años posteriores al juicio, Campbell y Michael forjaron una amistad inusual sobre el macabro plan.

Compartieron su interés por los bienes raíces, los dos platicaban cada semana, pasaban ratos en la casa de uno y de otro, e iban a reuniones de barbacoa juntos.

“Nos hicimos grandes amigos”, dijo Michael al Chicago Tribune en una entrevista esta semana. “Siempre platicaba del caso, estaba muy agradecido”.

George Michaeñ

El 27 de febrero pasado, debido a esa amistad, la hija de Campbell llamó a Michael para decirle que llevaba días de no saber de su papá.

Michael llamó a la policía y los acompañó a la casa. Ahí, la policía entró por la ventana y encontraron a Campbell muerto sentado en una silla en su habitación.

Campbell tenia antecedentes de problemas de salud, así que no se investigó más. Incluso, la policía permitió a Michael, después de consultar al forense del condado de Cook, hiciera los arreglos con la funeraria.

Esperó allá más de una hora, hasta que llegó el cuerpo de Campbell y se lo llevó. “Fue surrealista”, comentó Michael. “Tuve que llamar a su hija para decirle que su padre había muerto”.

Un objetivo del asesino

Campbell no tenía manera de saberlo, pero en 2011 estaba siendo buscado por un hombre, que el FBI consideraba uno de los asesinos más peligrosos conectados con la mafia de Chicago.

Mandell, un expolicía que entonces se llamaba Steve Manning, había sido condenado a muerte por el asesinato en 1990 del dueño de una compañía de camiones.

Government evidence in Steven Mandell trial - Chicago Tribune
Steve Mandell

Apeló, y una corte anuló su sentencia y, tiempo después, ganó un histórico veredicto de una demanda por 6.5 millones de dólares.

En su alegato, dijo que el FBI lo había enviado a la cárcel por una acusación creada por un informante sin escrúpulos. Sin embargo, tiempo después un juez invalidó la sentencia y Manning nunca cobró la indemnización.

Manning desapareció de Chicago. Se casó con una anciana y se mudó a vivir a una comunidad de jubilados en Naples, Florida, junto a un campo de golf.

Steve Mandell – CBS Chicago
Steve Manning

Pero Manning no se había retirado de Chicago. En 2011, regresó a la ciudad, se cambió de nombre por el de Steve Mandell y rápidamente fue a buscar trabajos que aseguraran un ingreso lucrativo.

Campbell, que poseía dos docenas de propiedades a lo largo de Ogden Av., manejaba mucho efectivo, y se convirtió en uno de los objetivos de Mandell, declararía más tarde el FBI.

Mandell, junto a su cómplice, otro expolicía y ladrón de joyas, Gary Engel, comenzaron a vigilar a Campbell, observándolo durante horas por las noches afuera de su casa, estudiando sus rutas y ubicando sus restaurantes preferidos.

Gary Engel
Gary Engel

Conocían a qué escuela iba su hija, cuándo iba la señora de la limpieza a la casa, y los lugares donde se sabía guardaba el dinero.

El error.

Un día, Campbell encontró una misteriosa nota pegada en la puerta principal de su casa. “Hola Steven, pasé por aquí esta mañana”, se leía en la carta con un texto bien ordenado. ¿Quería saber qué piensas sobre el 8934 de Ogden? Por favor llámame, Gracias, Steve”.

Junto a la carta, venía una tarjeta de presentación de un solo lado con el nombre de Mandell, que Campbell no reconoció.

Campbell llamó al número de la tarjeta. El hombre que respondió empezó a contradecirse sobre las razones del interés por la casa, y parecía mentir sobre cómo se enteró de la dirección de la propiedad de Campbell, que mantenía muy resguardada.

“Con ese numero de errores”, dijo Campbell ante la corte en 2014, “mi radar personal pasó de amarillo a naranja”. Puso la carta y la tarjeta en una bolsa de plástico y la llevó a la policía que finalmente la entregó al FBI.

Campbell no tenía idea de los planes de Mandell y su cómplice. De acuerdo con las autoridades, Mandell iba a secuestrar a Campbell, obligarlo a entregar todas sus propiedades y descuartizarlo para hacerlo desaparecer.

La entrada de Michael

Michael también se ocupaba de bienes raíces en el Lado Noroeste de Chicago. Dijo en el juicio de 2014, que le presentaron a Mandell en julio de 2012 en el popular restaurante La Scarola, en la West Grand Avenue.

En ese momento, Michael declaró, estaba almorzando con Albert Vena, un reputado jefe del vestido, y con otros mafiosos.

Michael era un tipo acostumbrado a tratar con gente ruda. Declaró a los jurados, que había comenzado manejando los carros de los mafiosos en el estacionamiento del DiLeo´s, famoso restaurante en la década de los setenta.

Pero Mandell lo inquietó de inmediato. “Dijo que era mi nuevo médico y que no me iba a faltar nada”, declaró Michael. “Se veía muy emocionado”.

Lo que Mandell no sabia era que Michael había tenido problemas legales y trabajaba para el FBI desde hacía tres años. Durante los siguientes meses, Michael fingió seguir los planes de Mandell mientras informaba al FBI de cada paso.

“Simplemente en la primera reunión, me mostró las fotos de la propiedad de Campbell”, declaró Michael, quien por órdenes del FBI ayudó a Mandell a rentar un local en Devone Avenue, al que lo llamaron Club Med. Al expolicía le gustaba hacer bromas sobre como iba a torturar a Campbell.

Mandell convicted on 6 of 8 counts - Nadig Newspapers - Northwest Side  Local Newspapers
Club Med , lugar donde torturarían a Campbell y lo desmembrarían

Campbell desconocía lo de su secuestro. El FBI no iba a contárselo sino hasta que llegara el momento del secuestro.

La noche del 25 de octubre de 2012, un agente del FBI tomó el sombrero y la camisa hawaiana de Campbell, y se encaminó hacía la oficina de bienes raíces de Michael donde iba a suceder el supuesto secuestro.  

Mandell y Engel fueron detenidos al entrar al estacionamiento con un Corona Victoria sin registro, equipado con luces y scanner de la policía.

Engel fue encontrado ahorcado en su celda de la cárcel del condado de McHenry, donde purgaba la sentencia por delitos federales. Su muerte fue declarada suicidio.

Authorities say ex-cop's jailhouse death likely suicide
Gary Engel

Mandell, por su parte, fue declarado culpable de conspiración para asesinar a Campbell, pero el jurado lo absolvió de los cargos separados de secuestro.

Michael dijo que finalmente conoció a la hija de Campbell en los servicios funerarios de su padre a principios de este mes. Llegó temprano e inicialmente ella no sabía quién era. Pero cuando se acercó, ella le dijo: «¿Tú eres George Michael?».

La hija de Campbell declinó hacer comentarios sobre esta historia.