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El golpe de las mil teorías, a 40 años del 23-F

El último intento de golpe en España

Madrid, España. – (Agencias) De acuerdo con las crónicas de la época, este martes a las 18:23 horas exactamente, se cumplen 40 años de aquella última intentona de golpe de Estado en España ese 23 febrero de 1981, conocido como el 23-F.

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«Paradójicamente el 23 de febrero puso fin a todos los golpes, a todo este tipo de fantasmas. Fue en mi opinión una catarsis para la sociedad española y provocó que muy poco tiempo después el PSOE de Felipe González ganara con mayoría absoluta con más de 10 millones de votos», reflexiona el historiador, José María Ortiz de Orruño.

Habían transcurrido poco más de 5 años desde la muerte del dictador Francisco Franco en España. Se había proclamado a un Rey, se remplazó un gobierno heredado de la dictadura, se había legalizado el Partido Comunista, se habían celebrado elecciones democráticas por primera vez en 40 años, y aprobado una nueva Constitución.

La izquierda ha dejado huérfanos a sus votantes"
José María Ortiz de Orruño.

Toda esta serie de cambios en una sociedad que venía decuatro décadas de dictadura militarno fue bien asimilada por todos, especialmente en las filas del Ejército.

Ruido de sables

Recuerda Ortiz de Orruño, que dirige el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda de la Universidad del País Vasco, cómo en medio de un conflicto social por la grave crisis económica y los numerosos atentados de la organización terrorista ETA, se daba aquella presión del Ejército sobre la recién nacida democracia española, el llamado «ruido de sables».

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El dictador Francisco Franco

«En general los militares estaban convencidos de que el Estado tenía que ser la espina dorsal de la patria y que ellos estaban llamados, en caso de peligro extremo, a salvar a la patria», reflexiona este historiador que está de acuerdo con esta tesis por entrevistas en prensa a destacados militares de la época, donde defendían abiertamente esta idea.

Se han planteado numerosas teorías acerca de este acontecimiento, muchas de las cuales apuntan a operaciones anteriores similares que no fueron llevadas a cabo

Operación Galaxia': detenidos el capitán Ynestrillas y el coronel Tejero  por plantear un Golpe de Estado contra Suárez - La Hemeroteca del Buitre
Capitán Ricardo Sáenz (i) y el coronel Antonio Tejedo, detenidos por la Operación Galaxia

Una de ellas, conocida como la Operación Galaxia, quizá la más conocida, a finales de 1978 y en la que también estaba involucrado el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, el hombre que entró armado aquella tarde al frente de 200 hombres armados.

Aquel 23 de febrero se votaba la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, tras la dimisión de Adolfo Suárez, el carismático político de centro que había encabezado la Transición a la democracia, que había sido vencido por su debilidad política dentro y fuera del su partido.

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Leopoldo Calvo Sotelo (i) y Adolfo Suárez (d) sentados antes del inicio de la sesión el 23 de febrero de 1981

«Ellos no buscaban quedarse en el poder, sino reconducir la situación. No les gustaba la Constitución española y no les gustaban los Estatutos de Autonomía, querían derogar los Estatutos y volver a la situación anterior, con un Gobierno elegido democráticamente, pero con otras reglas del juego que ellos cambiarían», dice el veterano político vasco Iñaki Anasagasti sobre el diseño del Golpe y sus intenciones.

El papel del Rey

Tras las largas horas, desde que Tejero tomó el Congreso con su histórico grito “¡Quieto todo mundo!”, seguido de una ráfaga de metralla, hasta la mañana siguiente en que los diputados y el Gobierno había salido por completo a la calle tras la rendición de Tejero, el papel del rey Juan Carlos I, capitán general del Ejército, fue fundamental.

Su intervención en la televisión, vestido con su uniforme militar, a la una de la madrugada ya del día 24 de febrero, ordenando a los sublevados en Madrid y Valencia volver a sus cuarteles, a falta de negociación con ellos en el Congreso en toda la noche, supuso el fin de la intentona golpista.

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rey Juan Carlos I

Pero antes del mensaje del Rey, se produjo una visita clave al Congreso esa noche: la del general Alfonso Armada, condenado después como uno de los responsables de las sublevación.

Se ofreció para negociar con Tejero la formación de un gobierno de concentración con líderes políticos y militares, algo que el teniente coronel de la Guardia Civil rechazó.

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El rey Juan Carlos I, la reina Sofia con las infantas y el general Alfonso Armada

La cercanía al Rey del general Armada, con el que había trabajado estrechamente hasta 1975, hizo alimentar toda una serie de especulaciones sobre el verdadero papel del Monarca en los acontecimientos.

“El propio Armada reconoce en sus memorias que en aquel mes de febrero había tenido 24 llamadas con el Rey y una reunión en Baqueira Beret”, dice Iñaki Anasagasti, por aquel entonces diputado del Partido Nacional Vasco, en referencia al lugar de vacaciones invernales de la familia real.

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Iñaki Anasagasti

Iñaki Anasagasti, es conocido por ser uno de los pocos políticos españoles en cuestionar la figura de Juan Carlos I, incluso antes de que su imagen pública comenzara a desmoronarse a partir de 2012, tras conocerse aspectos de su vida privada hasta entonces veladamente consentidos.

Una larga noche

Tras seguir los acontecimientos en las sede del partido en Bilbao, se fue a dormir a su casa, contrario a lo que se cree hicieron muchos políticos nacionalistas o de izquierda que se refugiaron en casas de amigos o, en el caso del País Vasco huyeron a Francia para huir de la represión en caso de que prosperara el golpe.

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Quien no durmió aquella noche en su casa fue el entonces joven político socialista Joan Lerma, que al año siguiente pasaría a presidir la Comunidad Valenciana, un cargo que ocupó durante tres legislaturas.

«Sucedió todo muy rápido, comenzamos a oír unos ruidos en la puerta y enseguida vimos entrar unos guardias civiles y una persona vestida de militar de Marina. Como este militar, Menéndez, y Tejero ya eran conocidos ultras, enseguida comprendimos lo que sucedía», relata Lerma, actualmente senador.

La Galería - Joan Lerma - RTVE.es
Joan Lerma

Joan Lerma pasó aquella noche en el escaño prácticamente sin poder moverse de allí, como la mayoría de los diputados, que eran vigilados por guardias civiles armados; y prácticamente sin información del exterior, aparte de los rumores que corrían por el hemiciclo.

Sin saber que sucedía, recuerda el político valenciano, en un momento se llevaron a los líderes de los partidos a otro lugar, que luego resultó ser una sala aparte, “No sabíamos lo que podía ocurrir. Estuvimos mucho tiempo esperando a que llegara alguien a decir alguna cosa, pero tampoco ocurrió”.

40 años del intento de golpe de Estado del 23-F

El político valenciano se refería a las palabras iniciales de los golpistas emplazando a la llegada de la “autoridad competente, militar por supuesto”, en lo que fue otras de las frases del golpe.

40 años después de aquella larga noche, todas las fuerzas de izquierda, con excepción del gobernante PSOE, y las fuerzas nacionalistas de la Cámara temen que los actos conmemorativos sean utilizados para lavar la cara del rey emérito Juan Carlos I, como uno de los protagonistas, que huyó a los Emiratos Árabes Unidos, mientras es investigado por delitos de corrupción y fraude fiscal.  

El rey Juan Carlos I está en Emiratos Árabes Unidos - Chispas
Juan Carlos I

Sin duda un panorama muy distinto en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, cuatro décadas después, de aquella tarde en que las cámaras de televisión recogieron uno los momentos más impactantes de la historia moderna de España, que hoy en día es percibido ya de una manera muy lejana por la sociedad española.