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EL LIBRO DE LA REVOLUCIÓN DE 1910

El libro de Fco. I. Madero fue el gran mensaje para la Revolución de 1910. Panchito, no sabía que su obra dejaría una huella imborrable, un gran mérito fue escribirla poco antes de las elecciones de 1910, Porfirio Díaz estaba viejo y sus prácticas no eran bien vistas por el pueblo mexicano. La gente deseaba un cambio político y añoraba mayor libertad.

No era un intelectual ni era reconocido en los círculos literarios. La publicación de su libro «La sucesión presidencial» en 1910 causó sorpresa, inquietud y controversias en el pueblo mexicano y en especial con los porfiristas. Era una obra historiográfica que describía y ejemplificaba diferentes pasajes de la historia mexicana.

El libro buscaba rescatar los aportes de los personajes célebres en favor de la historia, su escritura refutaba las prácticas políticas de los porfiristas. El mensaje trataba de despertar las conciencias dormidas, encender el fuego del patriotismo, aplicar la relegada Constitución, ejercer una verdadera democracia y tener elecciones transparentes.

Como escritor fue equilibrado porque reconocía la historia y los méritos militares de Porfirio Díaz, pero reprobaba sus ambiciones para conservar el poder. Censuraba a los intelectuales de su época que comparaban la grandeza del general Díaz con el emperador francés Napoleón. También hablaba sobre la vida privada de don Porfirio, a quién consideraba un excelente padre de familia, de conductas intachables, no el hombre vulgar que querían dibujar sus enemigos. En ese sentido fue una obra de contrastes.

Madero comentaba que le molestaba la alabanza desmedida hacia Porfirio Díaz, decía que el general sentía algo de celos hacia la grandeza política de Benito Juárez, argumentaba que el espíritu de Montesquieu era ejemplar, admiraba la genialidad militar de Napoleón, las batallas de Alejandro Magno y censuraba el despotismo del emperador Augusto.

Otro elemento valioso de la obra era que Madero daba ejemplos sobre el cinismo que tuvo el presidente Antonio López de Santa Anna, uno de los malos gobernantes de la nación. La obra valoraba la legalidad de Juárez, pero no olvidaba la debilidad que tuvo frente al tratado MacLane-Ocampo.

Madero afirmaba que la instrucción pública era «la base de todo progreso, de todo adelanto, la única que ha de elevar el nivel intelectual y moral del pueblo mexicano». En sentido panchito se dedicó a practicar su afición a la escritura, mantenía una asidua correspondencia con sus amistades, familiares y correligionarios.

Sus palabras y reflexiones buscaban un cambio de actitud en el pensamiento de los mexicanos. Escribió con pasión, poseía una excelente memoria porque no olvidaba las charlas de cartas con las personas, era intuitivo y sabía ganarse la confianza de la gente.

Hubo una carta especial, con fecha del 16 de abril de 1909, dirigida a su madre la señora Mercedes G. de Madero, expresa su desilusión luego de entrevistarse con el general don Porfirio Díaz, ahí en la carta habla sobre ese momento, lo describe como un viejito decrépito, socarrón, bromista, terco, de mala memoria, mandón, y siempre monótono porque no dejaba de hablar de sus guerras.

Ya luego en plena persecución y campaña electoral, Madero se daba tiempo para estar en correspondencia con sus seguidores, a uno de ellos le público su libro de poesía, tal ejemplo se cita en la carta del 20 de abril de 1910, que le envía el señor C. Vivanco R. y dice: «Respecto a su poesía, la recibí fuera de tiempo (…) mandé publicar su poesía en El Constitucional». Claro ejemplo de su interés por la poesía y su simpatía por escritores.

Algo que los mexicanos no deben olvidar, es la osadía que tuvo Pancho Madero para publicar un libro contra el supuesto liderazgo del general Díaz. En sus epístolas se puede apreciar que escribía citando frases o refranes. Se dibuja claramente un personaje con visión empresarial. Su calidad humana empezó a empatizar con los jóvenes, en especial con los filósofos, tal es el caso de José Vasconcelos que se unió a su Partido Antirreeleccionista.

Definir la personalidad de Madero es difícil, tiene múltiples facetas polifacéticas, desde demócrata hasta ranchero. Para conocerlo es importante leer su epistolario y su libro «La sucesión presidencial en 1910», analizar los avances y retrocesos. Su aporte de «No Reelección» dio al gobierno posrevolucionario mayor flexibilidad y capacidad para cambiar, seguía el compadrazgo y favores, pero mejoró la distribución de la recompensa y se abre la puerta a la élite joven. En su libro y cartas plasmó sus sentimientos y sus anhelos humanísticos.

Martín Luis Guzmán comentaba «Los héroes, lo mismo si surgen de la realidad que si viven en la fantasía, son siempre hijos del alma de los pueblos. (…) los héroes no se discuten, o se discuten sólo dentro de su heroicidad. (…) la fama es el atributo heroico inconfundible. (…) Francisco I. Madero es un héroe. Héroe lo hizo el pueblo de México desde el primer momento. (…) Madero significa, dentro de nuestra vida pública, una reacción del espíritu, noble y generosa, contra la brutalidad porfiriana».

En la actualidad vivimos tiempos bélicos y cambios climáticos que producen terremotos e inundaciones, pero también hay maldad en las sociedades, en lo personal me parece que los jóvenes siguen siendo la esperanza, en ese sentido es importante reflexionar la vida de hombres ilustres. Madero es un personaje que nos deja enseñanzas, hoy nos toca luchar por escribir y hacer una mejor historia.